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Un grupo de voluntarios inscritos hasta el momento para participar en la celebración de la Capitalidad Cultural Europea, en la sede de Donostia 2016.
«Quiero vivir el 2016 desde dentro»

«Quiero vivir el 2016 desde dentro»

Los interesados, de todo tipo de perfil, pueden elegir el ámbito del proyecto cultural en el que quieren participar y su grado de implicación

ANIA M. SEISDEDOS

Lunes, 4 de enero 2016, 07:12

«Ésta es una oportunidad única e irrepetible que no se puede dejar escapar». Es la idea que ronda por la cabeza de la mayoría de las personas que se han apuntado al equipo de voluntariado de Donostia 2016. Cuatro años después de que la ciudad fuera elegida Capital Europea de la Cultura, muchos de los ciudadanos que han seguido muy de cerca todo lo relacionado con el proyecto no dudaron en responder a la convocatoria que DSS2016 lanzó hace un mes en busca de ayudantes para llevar a cabo el proyecto, denominada 'Bagera, zu ere bai?'.

  • los datos

  • Dónde apuntarse

  • En la web www.dss2016.eu, a través del teléfono 943 483 344, o en la sede de Donostia 2016, en la calle Easo

  • Ámbitos de voluntariado.

  • Recepción, evaluación, comunicación, logística, voluntariado artístico y ayuda a personas con necesidades especiales.

  • Plazo.

  • Permanecerá abierto durante todo el 2016.

Vascos, argentinos, andaluces, chilenos y gente de muy diversas procedencias, algunos de ellos adolescentes, otros jóvenes y también mayores, conforman un heterogéneo grupo de más de doscientos voluntarios que durante los próximos doce meses invertirán parte de su tiempo en ayudar a que la Capitalidad «funcione mejor». Así lo explica Enara García, responsable de participación de Donostia 2016, quien, ante todo, destaca que «los voluntarios no están sustituyendo a ningún trabajador. De hecho, estarán en todo momento acompañados de profesionales contratados». No obstante, García tiene claro que «los ayudantes hacen una labor fundamental. Sin ellos el proyecto podría salir adelante, pero no sería lo mismo».

La responsable de participación de la Capitalidad cuenta asimismo que desde que se abrió el plazo de inscripción «la respuesta está siendo muy buena. Ya tenemos más de doscientas personas apuntadas. No buscamos ningún perfil específico, puede apuntarse todo aquel que lo desee, sin importar la procedencia, la edad o los conocimientos que pueda tener sobre la cultura. Toda ayuda es bienvenida. A quienes se inscriben solo les preguntamos qué idiomas hablan, porque depende para qué proyectos viene bien que hablen otras lenguas, y en qué ámbito les gustaría aportar su granito de arena».

Los ciudadanos pueden escoger entre diversas secciones para su participación, además de decidir cuál será su grado de implicación. «Puede ser en el ámbito de la documentación y comunicación, en el de la evaluación, para recoger las opiniones de los espectadores, en la recepción de visitantes, en logística, porque hará falta muchas veces cortar carreteras, acondicionar espacios... También existe la opción de acoger a personas que llegan de otros lugares o de acompañar a personas con necesidades especiales. Por último, hay un voluntariado que denominamos artístico, porque en muchos proyectos necesitamos a personas que aporten un valor añadido desde su experiencia. Ya ha habido algunas iniciativas con este tipo de colaboración, que de otra manera es muy probable que no hubieran salido adelante», apunta García.

«Será muy enriquecedor»

Con el objetivo de que los voluntarios tengan un mínimo de formación, Donostia 2016 ha organizado varias jornadas en su sede. «Hay una sesión general de tres horas para explicar la esencia del proyecto de la Capitalidad, conocer el perfil de los inscritos y para dar a conocer qué cosas aporta y exige el hecho de ser voluntario. La próxima será el 12 de enero. También llevaremos a cabo formaciones más específicas según el ámbito en el que participe cada ciudadano».

En la sesión llevada a cabo la semana pasada participó Alberto Verde, un donostiarra de 39 años que decidió apuntarse como voluntario porque «es una oportunidad excepcional para dar a conocer la ciudad y el territorio de una manera distinta, desde la cultura, y quería aportar mi granito de arena». Sobre la formación cuenta Verde que «me sorprendió el ambiente, porque pensaba que sería una 'chapa', como se dice vulgarmente, de tres horas, y para nada. La sesión es muy dinámica, intentan crear grupo y que la gente se involucre y esté a gusto. En el grupo hay mucha diversidad. Hay mucha gente joven, y también personas bastante mayores. Eso es súper positivo, porque los jóvenes son el futuro y se ve que se vuelcan, mientras que los mayores pueden aportar mucha experiencia con todo lo que han vivido».

Para «vivir la Capitalidad desde dentro» se apuntó también el argentino Lucas Ibar, de veintiséis años, que vive en Donostia desde los catorce. «Me encanta la cultura y esta es una oportunidad buenísima para la ciudad, que espero que ayude a abrir su abanico cultural. Además soy publicista y de esta manera puedo conocer gente del sector».

Valentina de Vincenzi, de veinticinco años, es también argentina y vino a Euskadi hace cuatro meses. «Voy a formar parte de una experiencia irrepetible. Me apunté porque quería conocer gente y estar ocupada, porque no estoy trabajando, y creo además que este voluntariado es muy enriquecedor a nivel personal».

«Más allá de ayudar a que el proyecto de Capitalidad funcione mejor, será una experiencia que nos aporte mucho a los voluntarios», le secunda el irundarra Eneko Calvo, de 33 años. «Soy gestor cultural y al meterme en las tripas de la Capitalidad podré conocer ámbitos de mi actividad laboral que habitualmente no suelo tocar», cuenta. Alba Medialdea, jienense de veintinueve años que está realizando un máster en la UPV, confiesa que «para mí Donostia era un lugar nuevo y me ha sorprendido positivamente, por lo que me gustaría trasladar a la gente de fuera que es una ciudad con muchas posibilidades. Además, es una oportunidad para que los donostiarras conozcan otros aspectos de su ciudad. Por eso me he apuntado. También me sirve para conocer gente nueva y, como me encanta la cultura y desde hace tiempo colaboro en pequeños proyectos, participar en uno de tal envergadura me apetece mucho».

A su lado, la donostiarra Regina Gallurralde, de cuarenta y seis años, explica que «suelo viajar mucho y quería que cuando viniese gente de fuera a nuestra ciudad conocieran Donostia de verdad. Después de todo el problema que hemos tenido con el terrorismo creo que es una etapa nueva y necesaria para abrirnos y se nos conozca sin esa barrera que asustaba tanto al mundo».

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