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Félix Ibargutxi
Sábado, 3 de septiembre 2016, 13:20
Arrasate ya era antes una referencia mundial por su cueva de Lezetxiki, donde apareció un húmero de una mujer catalogada como Homo Heidelbergensis de hace 80.000 años, y tres osos también del Paleolítico Inferior, con una antigüedad de 150.000 años. La cavidad de Labeko Koba también dio buenas noticias allá por los años 80. Ahora, la cuna del cooperativismo es noticia porque en la cantera de Kobate, en el yacimiento bautizado como Artazu VII, han aparecido restos fósiles de al menos 40 especies, que reflejan lo que era la fauna del Pleistoceno Superior hace 100.000 años.
Un equipo multidisciplinario de la UPV/EHU formado por investigadores del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología y del Departamento de Estratigrafía y Paleontología ha publicado estos hallazgos en la prestigiosa revista 'Comptes Rendus Palevol'. El estudio ha sido liderado por Aitziber Suárez Bilbao, que actualmente desarrolla su tesis doctoral en la UPV/EHU.
El yacimiento fue descubierto en el año 2012 por los operarios de la cantera tras realizar una voladura. Estos, al percatarse de la presencia de abundantes restos fósiles entre la arcilla que rellenaba la cavidad, paralizaron la explotación y se pusieron en contacto con el profesor Alvaro Arrizabalaga del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la UPV/EHU. Tras constatar la importancia del enclave, en el año 2013, Alvaro Arrizabalaga y María José Iriarte, en colaboración con la empresa que explota la cantera, decidieron realizar una excavación de emergencia para recuperar en su contexto los restos óseos del yacimiento, que sería bautizado como Artazu VII.
El interés de Artazu VII reside en que se trata de una sima que en su época funcionó como una trampa natural en la que diversos animales cayeron casualmente. Es decir, la causa de la acumulación de los restos óseos fue la caída accidental de organismos en una sima, y no la acumulación de restos de organismos cazados por un depredador. Se ha constatado que hace 100.000 años en Arrasate había especies que actualmente se encuentran extintas, o que hoy en día están ausentes por haberse desplazado geográficamente. Destaca la aparición del león de las cavernas (Panthera spelaea) y del leopardo (Panthera pardus) entre los carnívoros, y del bisonte estepario (Bison priscus) y el ciervo común (Cervus elaphus) entre los ungulados.
El Pleistoceno representa una fase crítica de la historia humana. En concreto, esta época se caracteriza por sufrir diversos cambios climáticos, tanto de escala global como regional.
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