Los esfínteres (sueltos) del Líder Supremo

The Interview no es, ni lo intenta ni lo busca ni tendría por qué El gran dictador o Teléfono rojo. Pero Goldberg, Rogen y Sterling saben lo que quieren y cómo conseguirlo. Son chicos malos. Son chicos guarros. Son políticamente (nunca mejor dicho) incorrectísimos. No respetan políticas de género, igualdad de razas o limpieza de lenguaje. Son de la generación de Supersalidos y Eminem y no iban a cambiar porque esta vez el prota fuera Kim Jong-un. Ni porque la CIA anduviese de por medio. La película es insana, rápida, fecal, directa al hígado, perversa, macarra y no deja misil nuclear con cabeza. Incluyendo los que apuntan su celuloide atómico, escatológico, hiper fóbico y cabronazo a televisiones, prensa escrita, Hollywood y politburós variados.