La donostiarra Lourdes Fernández empieza a delegar funciones en Azkuna Zentroa

Azkuna Zentroa inició ayer una etapa de transición sin una fecha definida en la que cerrar el paréntesis, aunque todos los implicados coinciden en que no debe durar mucho. Lourdes Fernández oficializó ante el consejo lo que lleva meses hablando con el alcalde, y semanas con otros grupos políticos: su voluntad de dejar la dirección general para asumir otros retos. «Fundamentalmente voy a trabajar con Cristina Iglesias, en la isla de Santa Clara y en algún otro proyecto. Es una oportunidad única que no quiero perder», comentaba ayer a este periódico, en sus primeras declaraciones sobre este asunto. «Estoy contenta de lo que hemos hecho en estos años y dejo un equipo muy consolidado».

Su contrato de alta dirección como directora general del centro de ocio y cultura -un cargo en el que lleva seis años- vence este domingo, aunque su retirada será gradual. Seguirá al frente -probablemente con un contrato de prestación de servicios- aunque delegando funciones hasta que el Ayuntamiento tenga un relevo. La concejala de Cultura y presidenta del consejo, Nekane Alonso, explicó que ya hay «dos o tres nombres sobre la mesa» y es el alcalde el más implicado en este proceso. El propio Juan Mari Aburto adelantaba a este periódico que no busca «un perfil gestor, sino a alguien vinculado al mundo de la cultura, un referente en el mundo del arte»

La intención de la exdirectora de ARCO es seguir unida al centro mediante una asesoría artística, o en la forma que su sucesor estime más conveniente. «Me interesa mucho estar vinculada a Bilbao por sus posibilidades y su riqueza cultural», asegura. Sin embargo, su cargo actual exige exclusividad «y mucho tiempo. Azkuna Zentroa es un proyecto muy exigente por la estructura y el volumen que tiene y por la unión entre un motor de la creación y un servicio público puro y duro, por excelente que sea».

A partir de la próxima semana, Fernández delegará algunos poderes en Nekane Alonso como presidenta del consejo, la vicepresidenta Gotzone Sagardui -que la sustituirá en la Mesa de Contratación- y el gerente, Jon Etxebarria, aunque seguirá al frente del día a día de la antigua Alhóndiga.

Alonso garantizó que esta etapa de transición «no va a afectar a la programación, que ya está cerrada, ni al funcionamiento del centro». Las conversaciones sobre el relevo en la dirección empezaron en septiembre y se han prolongado en el tiempo «porque nadie quería una transición brusca», corrobora Fernández.