

Secciones
Servicios
Destacamos
TITO IRAZUSTA
Martes, 24 de febrero 2015, 07:24
La bicicleta ha sido su vida hasta ahora, aunque sigue siendo joven para hacer otras cosas y se maneja en las proximidades de ese deporte que lo encumbró. Abraham Olano logró un estupendo palmarés en sus años de ciclista profesional, desde el campeonato del Mundo en Colombia en el 95, hasta la Vuelta a España del 98 y el Mundial contra el reloj de ese mismo año. Diez años dedicados de lleno al ciclismo que le llevaron a ser uno de los más valorados en el pelotón profesional. Teníamos interés en saber de su vida a sus 45 años y se presenta a la cita con una planta de cuidarse mucho y es que aún hace pinitos con la bici, que sigue siendo una compañera diaria.
- ¿Cómo le va?
- Sigo disfrutando de la bicicleta y me estoy planteando montar eventos deportivos tanto de bici como de deporte a pie. Haríamos diferentes rutas para que puedan participar deportistas sea cual sea su estado de forma. A mi la bici me ha dado de comer y he disfrutado, porque tuve la suerte de elegir un deporte que me iba y ahí sigo, de otra forma pero estoy.
- ¿Cómo está el ciclismo actual?
- Creo que está bien, pero podría estar mucho mejor. Estamos dejando a un lado carreras con historia por hacer un ciclismo más mundial. El proTour ha matado las referencias que teníamos del ciclismo, abrirá nuevas fronteras, pero cuesta saber por dónde andan. El ProTour no debería ser obligatorio, que vaya el que quiera porque hay equipos que no hacen nada en Catar, en Dubai y esas carreras que no tienen ninguna repercusión y, sin embargo, te interesan más las carreras de la zona de tu patrocinador y lo has dejado abandonado. Pon más puntos de UCI en aquellas carreras, pero no perjudiques a las pruebas pequeñas de tu pueblo que ahora están abocadas a desaparecer.
- ¿Se piensa en el ciclista a la hora de hacer esos planes?
- Pues no. Es un deporte muy duro e individualista y eso hace daño. Cuando fui director técnico de la Vuelta a España ya intentamos rebajar días, pero la opción que teníamos no era justa, porque dije que si la Vuelta perdía fechas también el Giro y el Tour las tenían que perder, pero no pudo ser. Pensábamos tanto en el ciclista como en el espectáculo, pero si los demás no quieren bajar, una sola carrera no conseguía nada.
- Hablemos de usted y su arranque en el pelotón profesional.
- Desde el 94 ya hice mis pinitos como profesional. Aquella Vuelta a Asturias en la que le gané a Delgado en el Acebo... Bajé kilos y ya me di cuenta de que podía hacer cosas importantes, porque tenía mucha fuerza. Ya en el 95 fui a la Vuelta a España, cuando Juan Fernández dejó fuera a Escartín y pude despuntar con el segundo puesto detrás de Jalabert. Y llegó el Mundial de Duitama...
- ¿Dejó secuelas aquel triunfo suyo en el Mundial de carretera con Indurain de favorito?
- Hubo mosqueo, pero más que entre los corredores fue con los directores, porque aunque éramos una selección, cada uno tenía su equipo. Yo creo que todos estuvimos bien. Escartín y Chava en las fugas... Cuando pinchó Miguel hice de freno a Konishev. Quedaba una subida en la que Pantani tiraría y actué de avanzadilla. Si llegaban Pantani y Miguel éramos dos contra él. No me pillaron y además llegué a la meta con la rueda trasera pinchada. Si hubiera sido cubierta no hubiera llegado, pero tenía el tubular bien pegado y aguanté casi dos kilómetros con el pinchazo.
- ¿Qué pasó en la época del doctor Ferrari?
- Era el médico de Rominger y estuve con él como con otros. No entro en que tuviera corredores que pidieran más de lo que ofrecía. Cuando pasé a Banesto dejé de estar con él.
- ¿Muchos buenos recuerdos?
- Los mejores que me quedaron fueron el del Clas, porque era una familia, y luego con Manolo en la Once. Me da mucha pena lo que ha pasado con Manolo Saiz, porque es un gran técnico. ¿Operación puerto dices? Si la hubieran hecho bien quizás hubiera beneficiado, pero se ha hecho tan mal que lo que ha hecho es perjudicar porque no se ha podido demostrar nada.
- ¿Los ciclistas podían haber colaborado de alguna forma a acabar con el problema del doping?
- Los ciclistas siempre lo querían, pero llega un momento en la vida en que te estás jugando el pan de tus hijos y para conseguir un contrato para el año siguiente, quizás das ese paso que es una equivocación, pero humano. Pasa en cualquier deporte e incluso en el resto de profesiones. Si estás a punto de salir despedido de una empresa y sólo te salva ir a trabajar a todas horas, si necesitas una aspirina para que no te duela la cabeza la tomas y no faltas al trabajo. En el ciclismo pasa algo parecido, si terminas el Tour igual te ganas el contrato para la siguiente temporada y quizás recurres a algo que no tienes que recurrir para conseguirlo.
- ¿Los mejores recuerdos que le deja el ciclismo?
- Sin duda, las personas que he conocido. Lo que has hecho queda escrito y ya está pero lo que me da una satisfacción personal es encontrarte con gente que incluso no han sido de tu equipo. Yo me acuerdo de las personas. Por cierto, como Miguel Indurain no hay otro deportista de su talla deportiva y sobre todo humana.
- ¿Qué maillot guarda con más cariño?
- Creo que guardo todos. Una pena no tener de la Vuelta al País Vasco, pero me costaba coger la forma y no llegaba a tiempo de las montañas de nuestra orografía. Los demás los tengo casi todos bien guardados.
- ¿Por qué prescindió Unipublic de sus servicios?
- Por un comunicado que salió en Francia que se refería a una relación de ciclista y cuyos nombres no aparecían. Se habló de una lista que nunca se confirmó. Fueron muy injustos conmigo, porque tomaron la decisión de echarme sin probar nada. Fui a Lausana y se demostró que no he tenido ningún problema de dopaje.
-¿Se has sentido famoso?
- No lo sé. Sí me he sentido conocido en algunos sitios a los que he ido, pero nunca pensé que era alguien superior. Yo soy una persona normal y corriente, con un buen palmarés ciclista y orgulloso estoy de ello, pero hasta ahí.
- ¿Es muy duro el día siguiente?
- Depende de cómo haya sido el día anterior. Pero sí es duro. Estás más preparado para el día siguiente cuando estás en activo, pero no para cuando lo dejas. Después del evento, el deportista da muchas vueltas a lo que hizo y lo supera, pero cuando dejas el deporte ya no estás tan preparado. Creo que los que vienen ahora llegan mejor con las nuevas tecnologías que te permiten hacer muchas cosas desde la distancia. Estudiar y todo eso.
- ¿Qué ha echado en falta hasta ahora?
- Como profesional y como hombre me faltó estudiar. Tenía mis limitaciones, pero debí esforzarme un poco más. Desde pequeño descarté los estudios y fue una gran equivocación. En casa me tenían por imposible».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.