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Martes, 28 de junio 2016, 08:32
Alejandro Caro tiene más complexión de velocista. Mide 1,67 metros y pesa 70 kilos, buena parte en sus poderosos cuádriceps. «Con este cuerpo ni yo sé cómo subo tan bien», explicó en Segura. Para colmo, «no esprinto bien». Ni falta que le ha hecho para adjudicarse una Vuelta a Gipuzkoa donde la montaña juega un papel clave: «Cuando ataqué, pensaba en ganar la vuelta, pero era difícil». La alianza con Lazkano y Martínez, con quien suele entrenar a menudo, fue fundamental: «Yo buscaba la general y ellos la etapa, y nos hemos entendido bien».
Caro, que este año había ganado en Mungia, cursará desde septiembre Derecho en Deusto: «¿Ciclista yo? Ando en bici porque me gusta, sin pensar más allá».
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