La Federación torea al Bidasoa-Irun

Parecía imposible que pudiera volver a pasar. Tras lo acontecido hace doce meses y tras escuchar las promesas que Paco Blázquez, presidente de la Federación Española de balonmano, le había hecho a José Ángel Sodupe, su homónimo en el Club Deportivo Bidasoa, no entraba en la cabeza de nadie tener que volver a relatar la misma historia que en las últimas semanas. La misma que hace un año. La Federación, la Liga Asobal, su comisión de seguimiento, son un auténtico despropósito. Para mear y no echar gota.

El Bidasoa-Irun tendrá que esperar hasta mañana, al menos es lo que le han dicho, para saber si la temporada que viene jugará en la máxima categoría o deberá volver a la División de Honor Plata. Esta no es la misma crónica de hace unos días, es que ha vuelto a pasar lo mismo.

El plazo para que los clubes entregaran la documentación necesaria para jugar en la Asobal acabó el pasado 30 de junio. Entonces, el Balonmano Aragón, y nueve clubes más, no consiguieron entregar lo necesario. Los maños, los que de peor salud gozan, pidieron una prórroga. Por mucho que los dirigentes del balonmano español habían asegurado una y otra vez que iban a ser estrictos con los plazos, se la otorgaron.

La nueva fecha fue el 14 de julio, el pasado lunes, y la comisión de seguimiento se reunió ayer para determinar si todo estaba en regla. Al club irundarra también le habían pedido que adelantara el papeleo porque nadie apostaba un duro por el Aragón, con 1,4 millones de euros de deuda.