El Pulpo roza la gloria en una final de infarto en Zumaia

El Pulpo se quedó a un paso de lograr una de las mayores gestas en su trayectoria deportiva tras perder en la final contra el Barcelona. No hay que restarle valor al subcampeonato. Ser segundos del Campeonato de España juvenil tiene un mérito mayúsculo. Lubaki Kiroldegia vibró con el Pulpo durante los cinco días que duró el torneo. Ayer, día de la final, más de 800 personas acudieron a una de las citas más importantes del balonmano en Zumaia. Tanto familiares como amigos de los juveniles de cada equipo se acercaron hasta la pequeña localidad guipuzcoana para animar a sus jugadores.

A pesar de cierta presencia blaugrana en las gradas fueron las camisetas de color rojo las que predominaron en los asientos. Gritos, trompetas y bombos hicieron de Lubaki una auténtica olla a presión donde el Pulpo se sintió arropado en todo momento.

La expectación por ver el partido fue tal que hubo gente que hizo cola desde las cinco de la madrugada para hacerse con las entradas.

Fue un partido de poder a poder. Muy equilibrado en los primeros minutos. Los catalanes sin embargo, no tardaron en asumir el control del marcador, logrando una renta de 4 goles en menos de 20 minutos. Los zumaiarras por su parte no bajaron los brazos, y con Kauldi Odriozola como estrella, lograron reducir la renta en los minutos finales de la primera parte poniendo en el luminoso el 11-14 con el que se llegó al descanso.

Lejos de bajar el ritmo, el Barcelona consolidó su ventaja en los primeros minutos de la segunda parte (13-18). El Aiadek Pulpo buscó la meta del conjunto catalán con cabeza y corazón, pero no lograba dar caza a los entrenados por Lorenzo Rueda. Ya en los minutos finales el Pulpo logró reducir la diferencia y, a la postre, equilibrar el choque, forzando la prórroga. Ahí, la entereza física del conjunto azulgrana terminó por marcar la diferencia, otorgando la victoria (36-41) y el título a los catalanes. A punto estuvo Pulpo de dar la sorpresa, pero el fondo de armario del Barcelona fue vital para llevarse el campeonato.

Zumaia puede sentirse orgullosa de tener un equipo de chavales que ha llegado a la élite del balonmano nacional y ha rozado la gloria con los dedos. La temporada siguiente lucharán por colgarse una nueva medalla. Ojalá sea dorada.