Barrenetxea IV encuentra despejado el camino a la final

Endika Barrenetxea disputará el próximo sábado en Galarreta contra Javier Urriza su primera final del Torneo Kutxabank, a la que accede con tres victorias, nada menos que 34 tantos de saque y una trayectoria de momento inmaculada. Es su carta de presentación para tratar de impedir que el vigente campeón logre su cuarta txapela individual y se iguale con Matxin II en el segundo puesto del ránking histórico.

Barrenetxea IV encontró el camino despejado en la semifinal de ayer contra Ion, al que superó con un contundente 30-12. Resolvió una a una las contadas ecuaciones que le planteó su adversario. La primera, quizá la más comprometida, consistió en ponerse de salida a restar los saques desde atrás. La estrategia provocó una modificación en su principal arma, la que mayor número de tantos le ha dado en la presente edición.

El zaguero hernaniarra tardó unos minutos en ajustar sus primeros disparos. Trataba de dar altura a la pelota para que llegara lo más lejos posible, pero caía del frontis hacia el cinco y no conseguía su objetivo. Ion lo aprovechó para entrar al peloteo y asistimos a tres tantos que superaron la decena de pelotazos. Incluso Barrenetxea cometió una falta de saque por doble pasa.

Después del 5-4 Ion dispuso de un par de restos más para meterse en el juego, pero sus devoluciones se le marcharon al colchón de arriba. Esos errores vinieron acompañados de la mejoría del saque de Barrenetxea. Recuperó el habitual de los partidos de parejas, que se pega a la pared izquierda.

El goteo de tantos de saque comenzó a ser incesante y desesperó a un Ion que renunció a su táctica inicial para adelantar su posición al resto. En vano. La semifinal había tomado un rumbo que el patrón, Barrenetxea, no varió.

Volvió a quedar patente que Ion no domina esta modalidad como cabe esperar de un zaguero que se mueve con soltura por la cancha en los choques de parejas. Cuando tiene que lidiar en solitario, llega desacompasado a la pelota, falla más de lo habitual, fuerza y no le sale casi nada. Esos errores le condujeron a la desesperación ante un remontista de 26 años más completo.