Dos zurdas campean en el Atano III

Salvo un cruce de resultados casi imposible en lo que resta de primera fase, Iker Irribarria y Beñat Rezusta estarán en la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas. Lucen ya ocho puntos, la cifra ansiada por todos, tras derrotar 22-18 a Joseba Ezkurdia y David Merino anoche en el Atano III de Donostia.

Las zurdas de los líderes campearon sobre la cancha, abrieron huecos tremendos y doblegaron la resistencia de sus adversarios. El delantero de Arama y el zaguero de Bergara empujaron desde el principio, pero toparon con un Merino II firme en el primer cuarto de hora. El panorama cambió a partir del 7-7, momento en el que la insistencia y la pegada de los dos guipuzcoanos comenzó a hacer mella en el riojano.

Irribarria y Rezusta encadenaron siete tantos consecutivos para abrir una brecha sustancial (14-7). Por fin controlaban el juego y el marcador. No bajaron la tensión. Siguieron a lo suyo. Los ataques del campeón manomanista obligaban al zaguero contrario a mantenerse atrás, casi siempre detrás de la raya del siete.

Ezkurdia intentaba variar el rumbo del peloteo a base de entrar de volea. Sin embargo, le costaba inquietar a dos pelotaris que no perdían la compostura.

Ezkurdia da la cara

Mientras los líderes abrían brecha, Ezkurdia, muy bien ayer, tomó conciencia de que debía evitar el peloteo. Sabía que cuando dispusiera del saque en su poder, no podía verlas venir. Le correspondía tomar la iniciativa y lanzarse a por la jugada. Lo hizo bien. Primero limó la desventaja de siete a cuatro tantos (14-10). Después, de ocho (18-10) a cinco (18-13). Después de que Irribarria y Rezusta volvieran a pegar un estirón, 21-14, un arreón del delantero de Arbizu creó cierta incertidumbre (21-18), corta de raíz por el quinto tanto de gancho de Irribarria, broche al triunfo.

El zurdo de Arama dio el paso adelante que echamos de menos el lunes en el Beotibar. De todas maneras, no acabó completamente satisfecho. Piensa que deben mejorar para aspirar a cotas mayores que la liguilla de semifinales. Beñat Rezusta continúa a lo suyo. Trabajador, sólido, peleón, partidario de correr atrás para devolver las pelotas en lugar de recurrir al juego de aire, que por cierto posee. Corre a cubrir el txoko y el ancho. Una garantía.