Ezkurdia gana y pasa a cuartos

Joseba Ezkurdia se clasificó ayer para cuartos de final del Manomanista de Primera al derrotar a Julen Retegi en el Ogueta de Vitoria en una eliminatoria dura, donde prevaleció el aspecto físico sobre el buen juego. La táctica de desgaste funcionó. El delantero de Arbizu se verá las caras ahora con Mikel Urrutikoetxea. La cita, el domingo en el Bizkaia de Bilbao.

Ezkurdia se presentaba en el Ogueta sin saber cómo iba a responder. Son las dudas del estreno en la competición, pero tenía las cosas claras. Sabía que, endureciendo el partido, tenía muchas opciones de acabar victorioso. Julen Retegi arrastraba molestias en el hombro izquierdo desde que se golpeó contra la pared en el Beotibar de Tolosa el pasado 6 de marzo.

El de Eratsun solventó la papeleta en el Astelena ante un Jaunarena preso de sus numerosos errores, pero no acabó nada a gusto. El tendón seguía tirándole cuando armaba el brazo para golpear a la pelota. Ayer volvió a sentir esos mismos síntomas y dio un pequeño susto en el 8-12, cuando su hombro izquierdo volvió a impactar contra la pared en su intento de devolver un envío de Ezkurdia. El doctor Iñigo Simón y Julián Retegi, padre y botillero de Julen, mantuvieron un corto cónclave en la contracancha. La lesión podía haberse reproducido. Peligraba el partido. Pero Julen ni siquiera emprendió el camino a los vestuarios, se mantuvo en la cancha hasta que remitiese el dolor.

Hasta ese momento, el duelo había tenido a Ezkurdia como claro dominador. El voleista de Arbizu castigaba una y otra vez a Julen Retegi en la pared. Era lo que tenía que hacer. Nada de cosas raras. El punto débil del rival estaba en ese hombro izquierdo lastimado. Julen Retegi se defendió como pudo de las embestidas del contrario e incluso manejó bien la izquierda cuando la ocasión lo requería, pero la constancia de Ezkurdia provocaba que los tantos acabasen en su casillero.

Sin gasolina

En un partido en el que a los dos protagonistas les costaba hacer el tanto, Ezkurdia se apoyó en el saque para establecer diferencias (9-20). A Julen Retegi se le había acabado la gasolina. La pelota ya no le entraba en la izquierda, no podía defender la pared. Y era Ezkurdia quien gozaba y quien incidía en la herida. Se encontraba cómodo en la cancha, demasiado cómodo. No había rival.

Julen Retegi, sabedor de que su discurrir por el mano a mano había llegado a su fin, quiso al menos marcharse con la cabeza alta. Impresionante fue su defensa en el 10-20 a los latigazos de Ezkurdia. Ese amor propio le permitió acabar el tanto con una dejada al ancho. Otros hubiesen entregado la cuchara mucho antes. Él, no. Lo lleva en los genes.

Esos ramalazos de orgullo no fueron suficientes para darle la vuelta a un partido que Ezkurdia planteó a la perfección desde principio a fin. El de la Sakana aprovechó las limitaciones del contrario para acabar con doce tantos de cosecha propia, a los que hay que sumar cinco saques. No hubiese tenido perdón si deja escapar la eliminatoria. Contra Urrutikoetxea no lo tendrá tan fácil.

Abel Barriola se ha despedido de la afición alavesa en el telonero y lo ha hecho con victoria junto a Elezkano II frente a Jaka y Merino II (22-15). Barriola cuelga el gerriko definitivamente el próximo 7 de mayo en el Atano III de Donostia.