Una generación de récord

Iker Irribarria, Jokin Altuna, Iñaki Artola y Beñat Rezusta elevan a cuatro la presencia de pelotaris guipuzcoanos en los cuartos de final del Manomanista de Primera. Cuatro de ocho. El cincuenta por ciento. Gracias al zaguero de Bergara el número se incrementa de tres a cuatro respecto al año pasado.

No solo eso. Dado que figuran en el mismo lado del cuadro, está asegurada la presencia de un guipuzcoano en la final por segunda edición consecutiva, salvo lesión de última hora. Rezusta y Altuna III se miden el viernes en el Atano III, mientras que Irribarria y Artola lo harán el lunes en el Astelena. Los ganadores se verán las caras el domingo 14 de mayo en Eibar.

Los más optimistas pensarán que hubo mala suerte en el sorteo, que cabía incluso la posibilidad de meter a dos. Paso a paso. Piano, piano.

Estamos ante cuatro manistas muy jóvenes. Rezusta es el mayor con 24 años. Le siguen Artola con 22, Altuna III con 21 e Irribarria con 20. Suman solo doce temporadas de profesional entre los cuatro. Olaizola II acumula diecinueve él solo. Por el otro lado del cuadro van los de mayor edad: Aimar Olaizola (37), Oinatz Bengoetxea (32), Mikel Urrutikoetxea (27) y Joseba Ezkurdia (26).

Para encontrar la última ocasión en la que cuatro guipuzcoanos figuraron entre los ocho mejores del Manomanista hay que remontarse a 1988, hace veintinueve años: Joxean Tolosa, José Mari Etxenagusia, José Mari Ceceaga y Juanjo Urra. Participaron diez pelotaris en total. Dos ediciones antes, en 1986, coincidieron Joxean Tolosa, José Mari Etxenagusia, Martin Alustiza e Iñigo Salvidea -también cuatro en esa ocasión- en una parrilla de salida de ocho. La mitad, como ahora, aunque en esta ocasión Rezusta y Artola han necesitado superar una ronda para acceder al selecto grupo.

Esta generación de récord vuelve a situar a Gipuzkoa en el primer plano de la pelota a mano profesional. Iker Irribarria rompió el año pasado dos registros. Primero borró de las estadísticas a Aitor Elkoro como último en acceder a la final del Manomanista. Lo ostentaba desde 1999, año en el que Aspe y Asegarce organizaron dos competiciones paralelas. El de Elgeta ya había sido subcampeón dos ediciones antes, en 1997. Además, el de Arama sucedió a Joxean Tolosa como último campeón guipuzcoano al calarse la txapela después de 27 años de larga espera desde 1989.

Fin a rachas negativas

Hace poco menos de un mes, el propio zurdo de Arama y Beñat Rezusta tomaron el relevo a Mikel Unanue y Jokin Errasti como última pareja guipuzcoana campeona, al romper otra racha negativa de diecinueve años. Durante ese largo paréntesis solo dos representantes de nuestro territorio se habían alzado por separado con el título de Parejas: el delantero Juantxo Koka en 2003 (con Beloki) y el zaguero Oier Mendizabal en 2008 (con Olaizola II).

Jokin Altuna, por su parte, recuperó el protagonismo guipuzcoano en el Campeonato del Cuatro y Medio al clasificarse para la última final, la de 2016, algo que no ocurría desde 1999. El de Amezketa perdió 22-21 frente a Bengoetxea VI, por lo que se quedó a un tanto de la victoria y de emular el éxito cosechado diecisiete años antes por Mikel Unanue.

Garantizada la presencia de un guipuzcoano sean cuales sean los próximos resultados, el número de finales de competiciones oficiales de primera con presencia de al menos un guipuzcoano se ampliará a cinco. Empezó con Rezusta en la de Parejas de 2016. Siguió con Irribarria en la del Manomanista de ese mismo año. Tomó el testigo Jokin Altuna en la del Cuatro y Medio, todavía en 2016. Irribarria y Rezusta jugaron la cuarta con ocasión del Campeonato de Parejas de 2017. Hasta el momento el balance es de dos victorias y dos derrotas. Veremos qué sucede en la quinta. Enfrente estará de nuevo un contrincante de altura.