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Joseba Zubialde
Sábado, 15 de noviembre 2014, 00:48
La séptima edición del concurso 'Rincones de Gipuzkoa' ha vuelto a ser una muestra del talento de los fotógrafos aficionados y profesionales guipuzcoanos. 756 personas han participado en este concurso con un total de 2.103 fotografías. A través de todas ellas, sus autores han dado su particular visión de la diversidad de lugares y parajes del territorio. De entre todas las imágenes, 13 han sido las seleccionadas para conformar el calendario DV de 2015, que se entregará a partir del próximo 14 de diciembre. Los autores de los tres mejores trabajos al concurso también recibieron ayer sus merecidos premios.
«La foto ha sido un cúmulo de buena suerte, porque en principio no estaba planeado hacerla». El donostiarra Asier Mateos, con su foto 'Muelle de Donostia', ha sido el ganador del primer premio de este año. Ayer se mostraba «muy contento» por este galardón, que además de ser la portada del calendario de DV, también le ha hecho ganar 900 euros. «Me gustaba la foto pero no pensé que pudiera ser la ganadora», aseguraba con la imagen en las manos.
Este informático de 38 años explica que el camino hasta la obtención de la imagen fue todo un cúmulo de casualidades. «Un domingo a la mañana que iba a hacer deporte, justo antes de salir de casa, me llamó un amigo diciendo que era el día en el que la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa organizaba un rally fotográfico». La pasión por la fotografía se impuso al ejercicio y sin dudarlo ni un segundo «cogí la cámara, cargué la batería cinco minutos y me fui al rally».
Precisamente uno de los temas de ese concurso era el muelle. Mateos se propuso el reto de «sacar una perspectiva diferente del puerto» y se le ocurrió «esta simetría de la bocana, que no enseña mucho pero que todo donostiarra sabe que es el puerto de Donostia». Las primeras instantáneas que sacó le gustaban pero le resultaban muy sosas, hasta que la suerte volvió a ponerse de su parte. «Vi a unos chavales que se estaban preparando para salir a practicar con unos veleros pequeños y me dije 'esta es la mía'». Con paciencia, esperó hasta que comenzaron a salir por la bocana, momento en el que «tuve suerte de que una embarcación entrara en el puerto y cerrara la composición».
El ultimo ingrediente de esta fotografía pictórica fue «una larga exposición», lo que le otorga cierto «aspecto tipo acuarela». Porque aunque no lo parezca, la instantánea no tiene un arduo trabajo de posproducción con programas de retoque fotográfico. Tan solo «cloné una pequeña zona de la parte inferior de la imagen porque se coló una motora de Cruz Roja que rompía la composición. Fue para darle homogeneidad a la foto».
Para este donostiarra aficionado a la fotografía, muchas de las fotos «tienen que tener ese pequeño componente de suerte que las diferencie del resto». Asiduo a los rallys fotográficos, Mateos era la tercera vez que participaba en el concurso 'Rincones de Gipuzkoa'.
Para Vladimiro García el segundo premio (500 euros) supone «ver recompensado el esfuerzo de aficionado». Es la segunda vez que participa en el concurso, a los que se presenta no tanto por ganar el premio sino para «constatar tu evolución y ponerlas en las apuestas». 'Navegación eterna' muestra uno de los tesoros enterrados de Zarautz que el temporal del pasado invierno destapó: los restos del barco Gustav.
«Leí que había aparecido el esqueleto de un barco, vi alguna foto en internet y decidí ir a hacer mi versión», explica este electrónico de 38 años. «Decidí que era un buen lugar y un buen sitio, con el ratón de fondo, para poner en practica la fotografía de paisajes», recuerda. Lo que nunca pudo imaginar es que esa iba a ser la última que tomaría su cámara, ya que «haciendo esta foto se me cayó la cámara al gua y la perdí», por lo que «ahora es como recuperar un poco esa pérdida».
La foto no está tal y como salió, «está contrastada con Photoshop», explica. Pero aún así no todo son retoques. «Lo que hay también es una larga exposición de 100 segundos con unos filtros puestos en la propia cámara al realizar la toma». Aunque se decanta más por la fotografía social y arquitectónica, lleva un año con el paisaje, una temática «que no es coger y hacer la foto» sino que «hay muchos filtros, accesorios y técnicas» de por medio.
En algunas ocasiones, la foto que uno hace sin pensar es la que gusta. Ese es el caso de Roberto Ayape, ganador del tercer premio (250 euros), quien explica que «la foto es de un día de paseo con la familia por Hondarribia y no estaba pensada». Lo que le gustó fue la composición de los barcos sobre el horizonte y el cielo azul» y lo que hice fue «esperar a que uno de ellos se acercara más».
Las otras dos fotos con las que participó este donostiarra de 45 años estaban más estudiadas y pensadas. Aunque «en un principio no pensé en enviar esta foto», asegura, lo hizo por mandar «algo diferente». Ríe cuando recuerda que comentó a su mujer que de los tres trabajos «esta es la única que tiene opciones.
Además de estos tres fotógrafos aficionados, el calendario de DV también cuenta con las magníficas instantáneas de Carlos Mediavilla, Guillermo Urrestarazu, Luis José Errasti, Gerardo García, Mónica Fernández, Ander Vidal, José Luis Soto, Xabier Zaldua, Josetxo Amundarrain e Iker Gutiérrez. Todos ellos recibieron ayer 90 euros por su talento y creatividad.
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