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NATXO GUTIÉRREZ
Domingo, 25 de enero 2015, 01:27
Más de medio millar de personas respondieron a mediodía de ayer a la convocatoria de la plataforma vecinal Funes Sin Basuras en protesta por el cúmulo de residuos generados en Gipuzkoa en una planta especializada del municipio. La marcha fue la primera de las acciones emprendidas por sus promotores en su reivindicación del cese del traslado a 2,5 kilómetros del núcleo urbano de restos a medio tratar procedentes del sistema de recogida puerta a puerta en el territorio vecino.
Hace un año y medio, el Consorcio de Residuos Urbanos de Gipuzkoa selló un contrato con la empresa IB reciclaje para gestionar parte de la materia orgánica retirada de los municipios a través del controvertido sistema puerta a puerta con colgadores en la calle.
«Protestamos por el mal olor: cada vez más habitual y más desagradable. Protestamos por los riesgos medioambientales; protestamos por las posibles filtraciones de residuos que puedan llegar a los regadíos y acuíferos. Protestamos por que este tipo de filtraciones ya se han producido y la empresa ha argumentado que obedece a un problema de lluvia excesiva», fueron algunos de los argumentos expuestos por los organizadores de la manifestación en un comunicado leído a su conclusión.
La movilización popular arrancó sobre las 12.30 horas de la plaza Diputación, a la que fueron aproximándose personas de forma gradual desde media hora antes.
«Lo que otros no quieren»
Los congregados se parapetaron en filas detrás de una pancarta en la que podía leerse el lema «¡No más basura. Funes sin contaminación!». Vecinos, con mascarillas y en menor número con buzos blancos portaron el mensaje hasta la confluencia de la avenida de Peralta y la calle del barrio Verde, a unos doscientos metros del punto de partida.
A su llegada, antes de que los manifestantes reemprendiesen el camino andado hasta alargar el acto a la media hora aproximadamente, la plataforma Funes Sin Basuras compartió los motivos de su iniciativa y las gestiones que pretende realizar en breve.
«Pedimos -según el comunicado leído por su portavoz, Eduardo Osés- que nuestro pueblo no se convierta en el vertedero de Navarra y Gipuzkoa. No estamos en contra de la planta de reciclaje, pero nos gustaría que volviese al tipo de gestión de los residuos agrícolas y ganaderos y no para resolver el problema de los residuos urbanos de otras autonomías. Que no nos manden aquí lo que otros no quieren cerca de sus casas».
Otra de las demandas señaladas en el propio escrito fue dirigida al departamento foral de Medio Ambiente para que «establezca las medidas necesarias que garanticen el análisis y control de la cantidad de residuos que vienen. Que explique por qué se está permitiendo importar residuos de otras comunidades autónomas, primando los intereses de otros ciudadanos frente a los suyos propios y los de empresas privadas frente al interés común de Navarra».
En esta tesitura, el colectivo ciudadano Funes Sin Basuras dirigirá sus próximos esfuerzos a solicitar al Ayuntamiento, regido por el Partido Popular, que le facilite la información de la que dispone sobre el traslado de residuos orgánicos de Gipuzkoa a Funes; y pedirá su comparecencia en una comisión del Parlamento. De la misma manera, requiere al departamento foral de Medio Ambiente la celebración de reuniones informativas con la ciudadanía.
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