Condenado a un año y nueve meses por manipular el cuentakilómetros del coche

Un año y nueve meses de prisión es la pena que un juzgado de San Sebastián ha impuesto a una persona que falsificó el cuentakilómetros de su monovolumen para elevar su valor en la venta. El acusado, además, ocultó que el vehículo había tenido la licencia de taxi. El inculpado intentó engañar a quien había sido su casero, al que adeudada una importante suma de dinero.

Los hechos, ahora sentenciados por el Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián, se remontan a noviembre de 2008 cuando el acusado suscribió un contrato privado con un hombre al que transmitió la propiedad de su vehículo, un Renault Espace, como dación en pago de unas cantidades que le adeudaba.

La víctima, según se indica en el texto judicial, había alquilado un piso al acusado, quien, tras residir durante un tiempo en el inmueble, desapareció sin abonar importe alguno. Por tal motivo, el arrendador inició un procedimiento judicial para reclamar la deuda que, intereses incluidos, ascendía a 14.651 euros.

Al final del proceso se llegó al acuerdo de extinguir dicha suma a cambio de la transmisión por parte del inculpado de un vehículo que, según le dijo estaba en perfecto estado y con 30.000 kilómetros.

La sentencia detalla que en las negociaciones que mantuvieron se convino concretamente la dación de un monovolumen Renault Espace 2.2. La transacción llevaba aparejada, lógicamente, la entrega de la preceptiva documentación y en concreto el duplicado de la tarjeta Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que el propio inculpado había solicitado en el centro de Urnieta.

El juzgado señala que antes de consumar la operación, el acusado alteró dicho documento y eliminó la mención relativa a que el 22 de marzo de 2007 el vehículo había sido dado de alta como taxi.

El texto judicial indica asimismo que con anterioridad a la celebración del contrato privado para la entrega del coche, el acusado alteró el cuentakilómetros digital, de tal forma que rebajó de 273.840 kilómetros que tenía cuando lo adquirió de segunda mano a los 37.000 que figuraban cuando se lo dio a quien había sido su casero.

El inculpado, según precisa la sentencia, había adquirido el coche por un importe de 13.900 euros y con su entrega al propietario del piso pretendía saldar la deuda de 14.651.

El juez señala que la finalidad que el inculpado perseguía mediante la manipulación del duplicado de la tarjeta de la ITV así como del cuentakilómetros era «provocar» que la persona a la que iba hacer entrega del Renault Espace, «tuviera un conocimiento equivocado del valor real del mismo».

Sorpresa

Según consta en la resolución, en cuanto la persona recogió el vehículo lo llevó a un concesionario con intención de venderlo, y fue entonces cuando, ante su sorpresa, supo que había pertenecido a un taxista y que los datos que aparecía en la ficha técnica no eran los correctos.

El magistrado José Ignacio Hiero Lage, titular del juzgado y autor de la sentencia, precisa que el precio del monovolumen en la fecha en la que se llevó a cabo la operación, de haberse tenido en cuenta que había sido utilizado como taxi y que el kilometraje real era de 273.840, habría sido de 12.533, cantidad inferior en 2.117 euros al importe de la deuda.

A la vista del contenido de la resolución, el juzgado considera al acusado responsable de un delito de falsedad en documento oficial en concurso con otro de estafa, por lo que le impone una pena de un año, nueve meses y un día de prisión. Asimismo, le sentencia a abonar una multa de 1.080 euros. De la misma manera, el juez condena al acusado a indemnizar con 2.117 euros.

Durante el juicio, la Fiscalía Provincial de Gipuzkoa solicitó para el inculpado una condena de tres años de prisión. La acusación particular que ejerció la víctima del engaño demandó la misma pena privativa de libertad.

El letrado de la defensa, por su parte, solicitó la libre absolución de su cliente.

La sentencia no es firme y por lo tanto puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Gipuzkoa.