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AIENDE S. JIMÉNEZ
Sábado, 28 de enero 2017, 11:10
Los alumnos de Derecho y Criminología de la Universidad del País Vasco contarán a partir de ahora con una herramienta que les permitirá aplicar las enseñanzas recibidas en clase y conocer de primera mano las problemáticas sociales que se dan en su entorno. La universidad vasca inauguró ayer en San Sebastián su Clínica Jurídica por la Justicia Social (CJJS), que tendrá su sede en la Facultad de Derecho del campus de Donostia. El objetivo principal será poner al alumnado en contacto con casos de personas y grupos que viven situaciones graves de injusticia. A través de este espacio, los estudiantes podrán realizar tanto prácticas curriculares o voluntarias, como el Trabajo de Fin de Grado (en Derecho o Criminología), o el Trabajo de fin de Máster.
La clínica, que se ha puesto en funcionamiento para el curso 2016/2017, fue inaugurada ayer en el salón de grados de la Facultad de Derecho del campus donostiarra, en un acto en el que tomaron parte representantes de las instituciones y de la universidad. En el acto estuvieron presentes representantes institucionales del Gobierno Vasco, Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento de San Sebastián. Asimismo, estuvieron presentes representantes de entidades como Emakunde, los Colegios de Abogados de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, Unicef Euskadi, Cáritas, SOS Racismo, Biltzen, Gehitu y Harresiak Apurtuz, entre otras entidades.
Otra de las finalidades de este nuevo proyecto será generar instrumentos de análisis y estrategias, mediante los que se conjuguen las enseñanzas adquiridas en los estudios con la experiencia de asociaciones y organizaciones implicadas en el activismo social del entorno guipuzcoano. Asimismo, los impulsores de la Clínica Jurídica esperan que esta sirva para poder plantear reformas en las enseñanzas jurídicas y en los estudios de criminología a través de las experiencias que se adquieran en la misma. Además, desde la UPV esperan poder contribuir en la labor que llevan a cabo los poderes públicos en sus políticas de Justicia Social, sugiriendo posibles áreas de intervención o de mejora.
Maggy Barrère, profesora de la UPV y directora del proyecto, señaló en la presentación de ayer que el modelo de la clínica, basado en la justicia social, «destaca por la importancia que queremos que adquiera el pensamiento crítico, que vaya más allá de los formalismos que defiende un modelo jurista atado a los textos y ajeno a las injusticias sociales. El nuestro es un modelo de justicia consciente, para trabajar por un Derecho más justo desde las profesiones jurídicas».
Barrère destacó que la Clínica Jurídica contará con el apoyo de numerosos profesionales del Derecho, «que tienen una gran experiencia en el abordaje de casos de discriminación y de defensa de los Derechos Humanos. El trabajo de los casos suministrados por estos profesionales permitirá que la clínica se convierta en un enclave de innovación pedagógica, metodológica y de reflexión tanto teórica como práctica sobre problemáticas del entorno más cercano».
La decana de la Facultad de Derecho de la UPV en Donostia, Juana Goizueta, se mostró muy crítica con la actitud que ha mantenido el centro hasta ahora. «La Facultad vive de espaldas a la sociedad, ajena a los problemas sociales de nuestro entorno. La Clínica Jurídica nos va a permitir incorporar los problemas reales de la gente y poner a su disposición las enseñanzas que se pueden impartir desde la universidad», comentó en su intervención.
Un modelo nacido en EEUU
Y es que esta clínica no solo servirá para que los estudiantes reciban una formación más completa, basada en la teoría y en la práctica, también será un espacio abierto a la ciudadanía, mediante el conocido como 'Street Law'. Consiste en acercar a las personas la información sobre sus derechos y responsabilidades. Tal y como señalan desde la UPV, los cursos de Street Law pueden variar desde la elaboración de vídeos, presentaciones aisladas (por ejemplo, impartir unas nociones generales sobre la legislación nacional e internacional en materia de Derechos Humanos y sus implicaciones), a cursos de breve duración sobre protección medioambiental, derechos de vivienda, cursos de derechos a personas inmigrantes, asiladas, a grupos discriminados por factores diversos, etc.
Goizueta destacó la importancia de este proyecto, que tendrá tanto un beneficio propio para la universidad como un carácter de solidaridad con la sociedad. «El trabajo que desarrollará nuestro alumnado en la clínica favorecerá su aprendizaje mediante la prestación de un servicio a la comunidad, y a su vez será innovador en el ámbito del compromiso social», concluyó.
La Clínica Jurídica es un modelo impartido desde Estados Unidos que ya ha sido implantado en numerosas universidades de Europa. Nacieron en el marco de la Gran Crisis de 1929, como respuesta a la dura realidad del momento. Se trata de un espacio en el que se enseña a los estudiantes, de forma práctica y activa, las habilidades y responsabilidades propias de las profesiones jurídicas. Su nombre proviene de la idea de aplicar la metodología de los estudios de medicina (enseñanza teórica y práctica hospitalaria) a las facultades de derecho, combinando así, el estudio teórico con la práctica jurídica real.
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