«Iker estaba ilusionado con el cumpleaños de su hijo»

La muerte del eibarrés Iker Amutxastegi se extendió con suma rapidez en la ciudad armera, donde causó una gran conmoción. De 41 años de edad, Iker era hijo de Loren Amutxastegi del Club Ciclista Eibarrés. Sus amigos le consideraban un «mítico» aficionado de Eskozia la Brava, la peña de seguidores de la Sociedad Deportiva Eibar. Joseba Combarro, presidente de este colectivo, señaló ayer desde Pamplona, donde el Eibar se enfrentó a Osasuna, que «se nos han ido todas las ganas de animar al conocer el fallecimiento pero tenemos que sacar fuerzas e ir para adelante». Combarro definió a Iker como un aficionado activo en la peña, «siempre dispuesto a trabajar y recordaba su último desplazamiento a Leganés a su lado».

Amutxastegi ha estado estrechamente vinculado al mundo del ciclismo aficionado. Fue director del equipo Azpiru Inmobiliaria.

Iker tenía tres hijos. Estaba casado con Marta y vivían en Elgoibar. Trabajaba en la empresa Rodisa, de Elgoibar. Personas allegadas a la víctima indicaron que «se había levantado muy ilusionado», ya que era el cumpleaños de su hijo pequeño y quería regresar pronto a casa y ver el partido del Eibar.