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ESTRELLA VALLEJO
SAN SEBASTIÁN.
Miércoles, 24 de enero 2018
Lo que iba a ser una inspección antidroga rutinaria, en el marco del acuerdo de prevención entre la Ertzaintza y un centro formativo de Donostia, acabó con la detención de un joven de 24 años por rebelarse contra los agentes que le habían descubierto con las manos en la masa.
Sobre las 11.15 horas de ayer, poco después de que comenzaran los veinte minutos de recreo en el centro Nazaret ubicado en la subida de Aldakonea, varios agentes de paisano sorprendieron a un pequeño grupo de alumnos consumiendo hachís. Se aproximaron y solicitaron la identificación de los jóvenes por su presunta implicación en un delito de tenencia y consumo de drogas, y procedieron a retirarles la sustancia.
En ese momento, uno de los jóvenes hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes e intentó volver a consumir. En ese momento los agentes intentaron evitarlo, y el joven se rebeló y reaccionó de manera violenta contra ellos. Acto seguido, fue reducido y trasladado a dependencias policiales por un delito de atentado contra agentes de la autoridad, según especificaron ayer desde el Departamento vasco de Seguridad. El joven se encuentra a la espera de pasar a disposición judicial una vez que se finalice con el atestado. Al resto de personas implicadas a las que se requirió su identificación se les incoará «un expediente sancionador por tenencia y consumo de sustancias tóxicas».
El recreo en este centro formativo donostiarra resultó al final más alterado de lo habitual. La presencia policial se enmarcaba en las iniciativas de prevención que tiene acordadas el centro con el Departamento de Coordinación de la Policía vasca, debido al aumento del consumo de drogas detectado. El objetivo es tratar de evitar el consumo y la tenencia de estupefacientes en las instalaciones educativas, así como «evitar el acceso de personas ajenas al centro», que puedan protagonizar «trapicheos», explicaron ayer desde la dirección.
«Hay que tener en cuenta que también hay alumnos menores, por lo que tenemos muy presentes estas acciones preventivas». La directora Marisol Gabilondo apuntó ayer que los alumnos «saben perfectamente que no pueden consumir estupefacientes, trapichear y ni siquiera fumar tabaco dentro de las instalaciones», como sucede en todo recinto escolar, donde está prohibido fumar a menos de 300 metros.
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