El PSE denuncia que los pasaitarras pagarán doble por no construirse la incineradora

El PSE-EE de Pasaia ha registrado una moción en la que insta a GHK y a la Diputación a respetar las mayorías en el seno del Consorcio, así como las decisiones adoptadas por mayoría en las Juntas Generales sobre el Plan Integral de gestión de residuos urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG). Añade que la sentencia que desestima la demanda interpuesta por el Consorcio contra varias entidades por el contrato de cobertura, entiende que «los contratos formalizados eran idóneos y se convirtieron en especulativos cuando el Gobierno Foral de Bildu y GHK decidieron no construir la planta de tratamiento de residuos». «Las consecuencias que se derivan de la decisión de no construir la planta de valorización energética de Zubieta, no evita que los municipios, a través de las mancomunidades, deban abonar, a razón de 600.000 euros mensuales, un total de 68 millones de euros. Ese dinero deberá salir del bolsillo de los ciudadanos, por unas infraestructuras que Bildu ha decidido unilateralmente, y contra la recomendación técnica del riesgo económico y legal que suponía, no construir», dice.

Pasaia deberá aportar su parte como miembro de la Mancomunidad de San Marcos, que asciende a más de un millón de euros. «Los pasaitarras pagarán, como todos los guipuzcoanos, por partida doble. De esos 68 millones de euros, un tercio ha de pagarlo San Marcos y por tanto, saldrá de los impuestos municipales; y otro tercio lo debe abonar la Diputación y saldrá de los impuestos que los pasaitarras pagamos al ente foral», indica.

Considera que a todo este «dispendio» económico para no resolver el «grave» problema existente con el tratamiento de los residuos, hay que añadir el «importante y desproporcionado» gasto que ya tiene el Ayuntamiento de Pasaia con la implantación del PaP «que tan amplio rechazo está recibiendo». «Pero, siendo Bildu el máximo responsable de todo este desastre, desde el PSE de Pasaia no podemos obviar que Bildu llegó al gobierno foral porque el PNV consideró más oportuno que gobernara la coalición abertzale antes que alcanzar un acuerdo con otras formaciones políticas que evitasen situaciones como las que ahora vivimos; sin solución para los residuos, pagando infraestructuras que no se construirán y abocados a una crisis medioambiental y económica sin precedentes».