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xabier maiza aizkorbe 'zorion'

Jueves, 3 de mayo 2018

Dos fechas, dos alegrías. La primera el 20 de noviembre de 1975 la muerte del dictador Franco en la cama. Con casi dos años de presencia por Donosti a lo largo de los 40 años de dictadura, sin que nadie lo importunara. La segunda esta; la tan ansiada y a la vez exasperante espera para su final. La disolución de ETA. Los inicios de la organización, acabar con la dictadura dado el inmovilismo del nacionalismo. Lo hace desde la reflexión. Pasa más de una década sin realizar una sola acción armada. Pero llega esta; además de carácter fortuito. Pardines. La respuesta: muerte de Txabi Etxebarrieta. Más tarde asesinato del torturador Melitón. Proceso de Burgos. Ejecución de Carrero, delfín del tirano. Es ahí donde viene el subidón. Somos capaces de todo; arrojamos los jerseys al aire, y nadie nos lo reprocha. La dinámica acción- represión-acción va en aumento, atentados cada vez más cruentos con emboscadas a las fuerzas policiales.

La noria de la violencia está en marcha, muchos nos subimos a ella, pensamos que es imposible que se nos escape la victoria, contamos con la razón. Pero el pueblo por el que queremos dar hasta la última gota de sangre, comienza a decidir, elección tras elección. Algunos consideramos que somos desautorizados por su sentir. Con el apoyo superior al 90% y con una participación que roza el 60% se aprueba Estatuto de Gernika. ETA (pm) desaparece no sin antes asesinar a miembros de fuerzas del orden y ciudadanos que pasaban por allí. Chamartín, Atocha, Barajas, representantes electos en Euskadi como Ustaran y Doval. El abandono se produce principalmente por entender que la lucha armada ha perdido su sentido, nunca por considerarla injusta. Las víctimas no son ni mencionadas.

Una de las claves para entender la perpetuación del monstruo se encuentra en el libro 'Desde su ventana' de Dolores González Katarain; en él 'Yoyes', muestra su inquietud por la llegada a la dirección de personas con estrategias totalmente diferentes a las de Argala. Eran los 'berezis' escisión de los pm.

Estos, una vez desaparecido Txomin y tras el fracaso de las negociaciones de Argel, se lanzaron a la locura más absoluta intentando causar el mayor número de víctimas en cada atentado. Bombas de Hipercor, Vic, Madrid. Pasada esta época y por carencias de orden logístico, un vuelta de tuerca más; hacer el mayor daño con el menor riesgo. Asesinando a luchadores antifranquistas, Jauregi, López de Lacalle, Priede. Intentos contra José Ramón Recalde, Gorka Landaburu....

En el ocaso no les quedaba realizar acciones más revolucionarias que matar un trabajador de peaje de autopistas para doblegar al Estado. Ahora toca mirar para adelante. No están por el momento por decir que su lucha al margen de estéril, fue injusta. Tampoco lo fueron hace 36 años los pm. Más tarde muchos de ellos, entre los que me encuentro, fuimos capaces de reconocer lo injusto de nuestra actividad y entendimos su absoluta inutilidad. Nos creíamos en poder de la razón, la aplicábamos con la fuerza. Ahora, por favor, dejad que pase un tiempo, necesitamos un tiempo para vivir en libertad, no necesitamos tener ninguna prisa para tomar decisiones. Vosotros habéis tardado mucho. Permitirnos a nosotros que nos tomemos el nuestro.

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