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Reforma electoral: Teruel tampoco existe

Reforma electoral: Teruel tampoco existe

Nuestro sistema electoral no sobrerrepresenta a las provincias despobladas. No es cierto. Sobrerrepresenta a ciertos partidos (PP y PSOE) y perjudica a otros (Ciudadanos y Podemos)

JORGE URDÁNOZ GANUZA

Miércoles, 21 de febrero 2018, 08:34

La propuesta de reforma electoral de Podemos y Ciudadanos tiene al menos la virtud de desvelar los paupérrimos argumentos que se despliegan desde el bipartidismo con respecto a la cuestión representativa. Son de una indigencia tal que su mera formulación demuestra lo evidente, que no estamos en realidad ante razones, sino ante meros subterfugios.

Destaca en primerísimo lugar la apelación a un fantasmal «consenso». El razonamiento es de este tenor: «no discrepes, que esto es tan importante que hace falta consenso». El «consenso» no es otra cosa ahí que pura y desnuda antipolítica. Se esgrime no como final u objetivo a alcanzar por la actividad política, sino, al contrario, como impedimento de la misma. No recuerdo quien decía aquello de «cada vez que escucho la palabra cultura, saco la pistola», pero yo cada vez que oigo la expresión «consenso» de labios de algún representante del establishment, sé que no es para señalar algún tipo de acuerdo, sino para decirle a alguien que se calle, que no conviene que piense eso que está pensando y mucho menos que lo exprese.

Un segundo subterfugio es el de «la España interior»: hay que sobrerrepresentar a las provincias despobladas (Soria, Teruel, Segovia, etc…) porque, si no, no pintarían nada en el Parlamento. Aquí el ambiente es orweliano, así que en cada vocablo y en cada frase hay que ir con extrema cautela y mirar siempre la luna y nunca el dedo. Avancemos.

Primero: nuestro sistema electoral no sobrerrepresenta a las provincias despobladas. No es cierto. Nuestro sistema electoral sobrerrepresenta a ciertos partidos (PP y PSOE) y perjudica a otros (Ciudadanos y Podemos). Las provincias, en este juego, son meras tuercas que se aprietan, engranajes que se lubrican, palancas que se presionan. Las provincias despobladas, a los dos grandes partidos, les importan un bledo. Las usan para tener más diputados… pero los diputados son del partido, no de la provincia.

¿Ustedes han escuchado alguna vez, en el Congreso, la voz de Soria, de Segovia o de Ávila? Nunca, jamás. Ni una sola vez a lo largo de las miles y miles de votaciones habidas desde 1978 los tres diputados de Guadalajara han votado algo al unísono contra sus partidos. Es un espejismo. Los del PP votan siempre con el PP, los del PSOE con el PSOE. Las provincias no existen en el Congreso.

Solo eso explica que los habitantes de Teruel tuvieran que salir a la calle en 1999 con aquel mítico ‘Teruel también existe’. Una reivindicación que no hubiera tenido lugar de ser cierto que Teruel está sobrerepresentada en el Congreso. No lo está. Los que están sobrerrepresentados son el PP y el PSOE. Pero, como es evidente, los turolenses de carne y hueso estaban –y supongo que estarán– dejados de la mano de dios. Teruel, políticamente, no existe. Ni Soria, ni Guadalajara, ni las otras. Es tan evidente que clama al cielo que tenga que argumentarse. Despertemos.

Segundo: las provincias pequeñas no están pobladas solo por votantes del bipartito. También hay gente que vota Ciudadanos, Podemos y otros partidos… ¿ellos no merecen ser representados? Cuándo la Vicepresidenta del Gobierno dice preocuparse por la representación política de la «España despoblada», ¿tiene también en cuenta a esos ciudadanos?

Tercero: pero… ¿para qué tenemos dos cámaras? Se supone –la teoría me la sé– que el Senado es para representar a los territorios, pero lo que ocurre en ese país es tan surrealista que no encuentra equivalente en ningún ordenamiento del mundo. Una de las dos cámaras sobra, está de adorno, carece de funciones. Tal cual. Y los dos partidos que tradicionalmente la cuasi-monopolizan jamás han hecho el menor intento de reformar tal despropósito. ¿Y son estos dos partidos los que se ponen estupendos a defender la representación de los territorios cuando se habla del sistema electoral… del Congreso?

Si la representación territorial les importara lo más mínimo, hubieran articulado el Senado de tal manera que sirviera para ello. Pero, tras cuarenta años, cuarenta, no hay en el país ninguna institución de representación territorial, y la cámara que debería ocuparse de ello la han convertido a conciencia en un cementerio de elefantes a mayor gloria del riñón de políticos retirados. Que esta gente se atreva siquiera a mencionar «la representación de los territorios» es de una osadía anonadante. Hace falta tener el rostro bien pero bien cementado.

Es imperativo reformar el sistema representativo del país. No digo el sistema electoral del Congreso, digo el sistema representativo del país. Las dos cámaras. Porque en España hemos de representar a los ciudadanos y hemos de representar a los territorios. Y no lo hacemos. Con respecto a la representación ciudadana tuvimos un 15-M que bramó aquello del «no nos representan». Con respecto a la territorial, la mitad de los catalanes se quiere ir… ¿Qué hacen desde el PP y el PSOE? «¡El consenso!», farfullan. Pero no es ningún consenso lo que les mueve, es desnudo interés electoralista, cortoplacismo del peor y una ceguera política de las que levantan la boina. Gracias al cielo a ambos les crecen los sorpassos, lo que indica que a derecha y a izquierda los españoles seguimos despertando…

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