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XABIER GALARTZA
Viernes, 13 de enero 2006, 01:00
SAN SEBASTIÁN. DV. Dejarse uno de los dos puntos en litigio en el terreno del Elche no entraba en los pronósticos de un Akaba que se había marcado el objetivo de terminar en esta primera vuelta en el valioso quinto puesto que concede el retorno a Europa al final del campeonato.
El empate en Elche mantiene a las donostiarras en la sexta plaza, pero con los mismos puntos que el Vicar Goya a falta de un partido para el cierre. El revés de ayer supone el tercer varapalo moral que encaja en esta Liga, después de las derrotas sufridas ante el propio Vicar y el Mar Alicante.
La consigna que para este duelo había dado a sus jugadoras Reyes Karrere era el de jugar con la suficiente concentración para tener el encuentro bien encarrilado para el descanso. Sin embargo, las cosas comenzaron a torcerse desde el principio.
La acumulación de errores y pérdidas de balón, llegaron a contabilizar hasta diez en el primer periodo, impidieron que se marcharan en el marcador, ya que la máxima renta de que llegaron a disfrutar en este primer periodo fue de tres goles. No fue capaz de imponer su ley y veía impotente cómo las ilicitanas, que hasta la fecha sólo habían sido capaces de acumular cinco puntos, se les amotinaban con De Conceiçao a la cabeza. La lanzadora lusa se erigió en la mejor jugadora del partido. Su aportación fue decisiva, al anotar doce goles, más de la mitad de su equipo.
En la reanudación del partido la tónica fue la misma. Las donostiarras mantuvieron el dominio en el marcador, pero les faltó determinación para marcar las diferencias. A falta de diez minutos obtuvieron la máxima renta del encuentro, cuatro goles, (15-19), que a la postre resultaron un espejismo.
Las dificultades por tratar de superar la defensa del Elche en la recta final del partido se incrementaron considerablemente, hasta el punto de ser sancionados con varios pasivos. Las locales por su parte trataron de abrirse camino más con el corazón que con la cabeza y encontraron la colaboración arbitral a la hora de interpretar las acciones punibles como penas máximas.
Antes de retornar a Donostia, el Akaba deberá dilucidar mañana ante el Trier en Alemania la eliminatoria de la EHF, en la que parte con una ventaja de cuatro goles.
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