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ALETXU PEÑA
Miércoles, 15 de febrero 2006, 01:00
SAN SEBASTIÁN. DV. «La seguridad total no existe. Hay que tomar medidas para no ponerselo fácil al ladrón. Los delincuentes van a lo fácil y no se lo vamos a poner en bandeja». Estas frases daban inicio a la clase que ayer impartió la Unidad de Formación de la Guardia Municipal a un numeroso grupo de personas mayores de 55 años en el salón de actos de la casa de cultura de Oquendo.
La charla no pretendía provocar el pánico en los mayores ya que afortunadamente en San Sebastián no hay, hoy por hoy, bandas organizadas de delincuentes que desvalijen las viviendas un día sí y otro también. La iniciativa surgió de un grupo activo de mayores de Gros que sugirió a la Guardia Municipal impartir unas recomendaciones sobre seguridad en el hogar, fuera de las temporadas estivales.
Dicho y hecho, ya que la Unidad de Formación de la Guardia Municipal diseñó un plan formativo para explicar las recomendaciones sobre seguridad en los hogares y que ya ha impartido en centros como Txara.
Y una vez comenzado en cursillo, la constante más repetida a los asistentes era la de cerrar la puerta con llave cada vez que se sale de casa, aunque solo sea para bajar a la calle a comprar una barra de pan. «Los delincuentes buscan cualquier oportunidad, y si les damos facilidades las aprovechan rápidamente», explicaba el suboficial encargado de esta unidad de la Guardia Municipal. En este sentido indicó que el ladrón puede abrir la puerta utilizando una tarjeta de crédito, «por eso es importante cerrar con la llave, aunque sea para bajar a la calle durante cinco minutos, porque en ese tiempo te desvalijan la casa. Y no se fíen de las puertas de seguridad, incluso en éstas hay que cerrarlas con la llave».
Insistió el agente que el tema no era preocupante en San Sebastián ya que los robos en domicilios en la ciudad vienen a ser del orden de unos cien al año, cifra nada seria comparada con otras poblaciones del sur del país o de grandes urbes.
«Los que roban en pisos, no son los clásicos choricillos, están un poco más especializados y actúan en grupos de dos o tres personas. Pero lo fundamental es no dar facilidades a los ladrones, ya que se aprovechen de cualquier descuido y en cinco minutos de desvalijan la casa».
Según explicó el agente, «en todo momento hay que colaborar con la policía: si oímos algo anormal en el piso de enfrente, o se enciende una luz cuando están de vacaciones. No duden en llamar a la policía. No es molestia, estamos para esto. Si hay sospecha, llamar, es una forma de autoprotegernos unos a otros».
Otras las situaciones explicadas se referían a las salidas del domicilio en periodos cortos. En este caso se recomienda cerrar con llave la puerta al salir, dejar una luz encendida, así como la radio o la televisión y dejar el timbre de la puerta inutilizado.
En caso de que nos ausentemos de la vivienda para un tiempo mayor, hay que procurar que no se acumulen cartas y propaganda en el buzón, no dejar las llaves a extraños, ni guardarlas debajo del felpudo o en un tiesto para que la recoja seguidamente un familiar; no dejar notas en la puerta diciendo la fecha del regreso... «El delincuente sabe todas estas cosas y no hay que darle facilidades».
En cuanto a los robos de carteristas, el suboficial indicó que se producen mayoritariamente en periodos de rebajas. «Aprovechan la confusión y los descuidos de la gente». Además de las rebajas los carteristas actuaron en verano principalmente la línea de autobús del Antiguo, aprovechando las aglomeraciones en las horas punta y a la gran afluencia de turistas».
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