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FUENSANTA NIETO | ARQUITECTA

«En la ampliación de San Telmo el reto es estar a la altura del paisaje»

La arquitecta encargada del proyecto de rehabilitación del museo, que ayer se reunió en Donostia con los responsables locales, espera que se pueda inaugurar en 2009

TERESA FLAÑO

Sábado, 25 de febrero 2006, 01:00

SAN SEBASTIÁN. DV. El estudio de arquitectos Nieto y Sobejano ha sido el elegido para rehabilitar y ampliar el Museo de San Telmo. Su propuesta era la que menos impacto generaba en el entorno de la plaza Zuloaga y Urgull. Fuensanta Nieto se encontraba ayer escuchando las últimas propuestas para poder presentar en breve el proyecto básico de la obra.

- Acaba de reunirse con los responsables del Museo San Telmo ¿Cómo se encuentra en estos momentos el proyecto?

- Esperemos que el proyecto básico esté concluido para finales de marzo, de forma que los responsables de San Telmo lo puedan repasar y den los últimos retoques. El proyecto de ejecución tiene que estar terminado este año, alrededor de septiembre para que la obra se pueda contratar el año que viene.

- Siguiendo los plazos que han marcado ¿para cuando está prevista la inauguración?

- La obra va llevar al menos dos años. Si se empieza en 2007, esperemos que para 2009 esté terminada. Hay que tener en cuenta que se trata de un proyecto complicado, no tanto por nuestra propuesta sino por el propio edificio. Está muy deteriorado, incluso más de lo que puede parecer a simple vista. La parte de Aranzadi, que curiosamente es la más reciente, necesita una gran actuación, está muy mal. Pero el resto de San Telmo no se libra. Sólo con dar una vuelta por la zona de las oficinas, además de helarte de frío, se ve que no se encuentra en las mejores condiciones para trabajar. El concurso que se convocó era de rehabilitación del edificio antiguo y de ampliación con un nuevo bloque entre San Telmo y el monte Urgull.

- Cuando se presentaron al proyecto, ¿qué les atrajo del edificio?

- No tuvimos ninguna duda porque es una estructura muy atractiva, no sólo el edificio y su historia, que me encantan, sino también su ubicación. Lo que más nos atrajo desde el momento en que convocaron el concurso, fue el monte Urgull. Esa situación que tiene San Sebastián, que he visto en algunas ciudades pero en muy pocas, con ese límite entre lo urbano y lo no urbano, con el monte como frontera, es muy atrayente. Es el punto donde acaba la ciudad y de una forma bastante agreste. Cuando nos planteamos la ampliación no pensamos que tenía que ser un apéndice del edificio sino que debía estar integrado en el monte, sin dañarlo, como si perteneciera a él. Por eso le llamamos muro vegetal, porque es una fachada que se integra en Urgull. El monte y la ciudad se encontrarán en el nuevo edificio.

- La protagonista de ese muro vegetal es la celosía diseñada por los artistas Leopoldo Ferrán y Agustina Otero, que tienen su estudio en Irún. ¿Cómo surgió el contacto?

- Enrique Nieto, el otro arquitecto del estudio, y yo solemos ir mucho a una galería de Madrid, Raquel Ponce, porque nos gustan los artistas que lleva. Vimos una exposición de ellos. Nos pareció muy acorde con el proyecto que pensábamos presentar y les llamamos. En otras ocasiones ya habíamos trabajado con artistas porque estamos muy interesados en la relación entre la arquitectura y las artes plásticas. La celosía que han ideado Leopoldo y Agustina estará hecha con una serie de paneles transparentes y opacos que al combinar entre ellos formarán la fachada completa. La luz juega un papel muy importante porque según el panel al que se dirija cambiará el aspecto.

- ¿Conceptualmente cómo define la rehabilitación que han planteado para el museo?

- Teníamos claro que había que separar los dos edificios, que cada uno tuviera su personalidad, respetando las circulaciones e integrando todo lo que falta de servicios en el antiguo. Como comentaba antes, hemos tenido presente que iba a ser una prolongación del monte. La fachada exterior, con la celosía, es muy bonita porque resulta muy orgánica y conjuga muy bien con la erosión del monte.

- ¿Cuántos metros cuadrados tiene su propuesta?

- El nuevo espacio tendrá 5.000 y el antiguo 5.400. La estructura junto al monte cuenta con los mismos pisos aunque va a aquedar un poco más baja que el original.

- ¿Por qué apostaron a la hora de plantearse el proyecto: por la belleza plástica, por la sencillez, por la versatilidad?

- Por las tres cosas. Son un resumen de cómo entendemos nosotros la arquitectura. El jurado comentó que iba a elegir el proyecto más sencillo y con menos impacto. Nos parece fundamental que los edificios no sean muy complicados en elementos superfluos; la complejidad está en que sea acorde con lo que le rodea. Somos partidarios de proyectos más tranquilos, aparentemente sencillos.

- ¿Cuál ha sido el mayor reto: recuperar un edificio histórico o inventar de la nada uno nuevo?

- Los dos aspectos. Lo más difícil ha sido que funcionen de forma unitaria. Hubiera sido más sencillo atacar cada uno por separado. En el edificio original uno de los aspectos en los que nos hemos centrado es en la recuperación de su estructura, con la desaparición de todos los pastiches. Por ejemplo en el edificio Aranzadi la parte alta; también recuperar la fachada de la iglesia y las capillas que nunca se han visto.

- Ya habían participado en la rehabilitación de otros museos. ¿Éste tiene algunas características especiales?

- Todos tienen su propia idiosincrasia, pero éste especialmente tenía a Urgull como referencia. Ya lo conocía pero no me había fijado en él detenidamente. El reto es estar a la altura de ese paisaje.

- Ustedes se han encargado del continente del museo, pero ¿qué opinión le merece el contenido?

- Creo que las distintas áreas que en teoría van a llenar San Telmo son muy acordes con el edificio y con la filosofía que buscan sus responsables. Todavía está sin cerrar el proyecto museográfico, habrá que pulirlo, pero no va a afectar al proyecto definitivo porque cada temática tiene su ubicación. Me parece que la propuesta museística está bastante bien.

- La rehabilitación del museo ha sido como el cuento de nunca acabar. Se han presentado varios proyectos...

- Eso nos han contado. Nosotros no lo sabíamos. Desde el principio del proceso hemos tenido la sensación de que iba a seguir adelante porque estaba todo muy claro. Amigos que tenemos aquí, cuando supieron que habíamos ganado el concurso, nos advirtieron que llevaba muchos años y que no había salido. Nosotros estamos muy confiados.

- San Telmo ha estado rodeado también de numerosas disputas entre instituciones. El Ayuntamiento ha acusado a la Diputación de no implicarse, ha pedido al Gobierno Vasco que entre en el proyecto sin cambiarlo. ¿Les han afectado todas estas polémicas?

- No. Nosotros hablamos directamente con los responsables del patronato de Cultura de Donostia y seguimos sus pautas. Las cuestiones políticas se deben dirimir entre los políticos, aunque es una pena que por estas razones los proyectos, y no sólo el de San Telmo, se vean ralentizados.

-Este año también han ganado el Palacio de Congresos de Zaragoza llamado La torre del agua, El Centro del Vino de Logroño, en Gratz (Austria) la ampliación de un edificio institucional, el centro deportivo Montecarmelo en Madrid. Han sido elegidos para ir a la exposición sobre arquitectura española en el MOMA. ¿Ha sido un año especial?

- Ha sido muy importante. Demuestra que todo lleva su ritmo. Nos habíamos presentado a otros concursos, pero no habíamos ganado a este ritmo. Respecto a la exposición de Nueva York creo que es el reflejo de que en España se está haciendo una arquitectura muy buena.

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