Mañana se juega el derbi de los necesitados

SAN SEBASTIÁN. DV. Bidasoa-Irún y Arrate se enfrentan mañana en Artaleku (12.30 horas) en el último partido de la vigésima jornada. El hecho de que los dos equipos quedarán hoy concentrados en sendos hoteles de la comarca bidasotarra es una pista más sobre la importancia que ambos otorgan al partido. En él, aparte de dos puntos, se pone en juego la honrilla de todo derbi. Además, quien salga victorioso podrá seguir soñando con llegar a cotas europeas aunque, sea quien sea, deberá hacerlo muy bien en el tramo final de la temporada para poder terminar séptimo o sexto. Por muy claro que fuera entonces, el 30-36 de la primera vuelta en Ipurua, con paseo de los irundarras, carece de relevancia ahora.

Entre otras cosas, porque el Bidasoa-Irún está al borde de una crisis de identidad. Su irregularidad es tan grande que es capaz de tutear al intocable Gummersbach e incluso ponerle contra las cuerdas y, cuatro días más tarde, regalar el partido al discreto Cantabria con una imperdonable falta de concentración en el último instante del partido. El postrero gol de los cántabros (33-32) hizo mucho daño a los irundarras y ahora la duda es si servirá de revulsivo o le pesará como una losa.

Remotas, casi nulas, son las opciones que puede tener el Bidasoa-Irún de sacar adelante un partido recibiendo 33 goles. Erevik paró sólo cinco balones y él y la defensa se deberán aplicar mañana para rebajar considerablemente la cifra de balones encajados. Y es que el Bidasoa-Irún, un equipo que querría caracterizarse por su buena defensa, es el segundo equipo más goleado de toda la Asobal, con una media de 30,6 goles encajados y sólo el Teka cubriendo su espalda en esa deshonrosa clasificación. Con molestias en un tobillo, Stankovic es el único que ha visitado la enfermería, pero jugará.

Arrate, a romper la racha

Las visitas a Artaleku no suelen ser plato de gusto para el Arrate. La estadística pone de relieve los pobres bagajes que ha obtenido cada vez que ha tenido que medirse en Irún, ya que históricamente sólo ha sido capaz de arrancar una victoria y un empate en sus ocho comparecencias. Los albiazules acuden con el propósito de terminar con esta dinámica que parece haberse acentuado desde su último retorno a Asobal hace tres temporadas, ya que en los cinco derbis que han jugado desde entonces sólo han sacado en positivo la victoria obtenida en Ipurua por la mínima en la 2003-2004.

La situación que atraviesa el equipo no es la más idóneo. El nivel que está exhibiendo desde la reanudación de la Liga (en cuatro jornadas sólo ha sumado un punto en Altea y encajado derrotas ante Barça y Portland, además del CAI), está muy lejos del desplegado en la primera mitad.

El preparador Dueñas ha optado también este año, con el propósito de alcanzar el nivel más óptimo de concentración, realizar el desplazamiento a Irún hoy, víspera del partido. En la ida, los eibartarras fueron totalmente anulados, a raíz de la presión defensiva que ordenó Julián Ruiz.