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Balonmano

¡Cómo sufrió el Barça en Artaleku!

El Bidasoa-Irun mereció algún premio tras poner contra las cuerdas al líder El Barça ganaba 17-22 y 21-25, pero los irundarras terminaron pletóricos

IÑIGO ARISTIZABAL

Domingo, 9 de abril 2006, 02:00

IRUN. DV. El Bidasoa-Irun estuvo a milímetros de sorprender al Barcelona, que salió victorioso del coliseo irundarra, donde se libró una batalla como las de antes. Al final, aunque los puntos no fueron repartidos como merecía el empeño de los dos gladiadores, todos salieron satisfechos. Los aficionados, porque vieron una gran pugna, noble y llena de emoción. Los catalanes, porque superaron una prueba de fuego y comprobaron que más de uno va a poner palos entre los radios de sus ruedas. Y los guipuzcoanos, porque dieron continuidad a sus cuatro victorias consecutivas con una actuación nuevamente sobresaliente. Y es que con menos no se puede plantar cara al equipo que está a tan pocos pasos del título.

Las cosas no empezaron bien para los bidasotarras, porque en la pista se aplicaba la teoría que marcaba al Barcelona como favorito. En ausencia del operado Stojanovic, era Tioumentsev quien dirigía al equipo, pero ni él ni sus compañeros, salvo excepciones, encontraban el camino a la portería. Normal. Con cuatro torres de más de dos metros en el centro de la defensa, a cualquiera le cuesta horrores conseguir goles.

Tras el empate a uno, el Barcelona empezó a cobrar renta, hasta llegar al 3-6. pero pronto el Bidasoa-Irun demostró que en Artaleku no se regalan puntos y, con un parcial de 5-2 consiguió empatar a ocho. ¿Vuelta a empezar? No, porque Iker Romero prefería mantener al rival a distancia y marcó tres goles consecutivos que reclamaron el tiempo muerto de Julián Ruiz (8-11, minuto 21). En realidad, lo pidió por Romero y por las dificultades para atacar la muralla culé, pues el Bidasoa-Irun se pasó nueve minutos sin marcar y recibió un parcial de 4-0 (8-12), que permitió el Barça llegar cómodo al descanso (12-15).

Y más cómodo se sintió en los primeros minutos de la reanudación, porque el intercambio de goles le permitía domar a uno de los equipos más en forma de la liga, que disimula con maestría las bajas de sus titulares Arrieta y Stojanovic. Poco a poco, el futuro campeón fue aumentando su renta hasta el 17-22 del minuto 40, aunque no estaba todo dicho. A pesar de que sus armas eran me-nos y teóricamente peores, el Bidasoa-Irun fue de cara a por el partido. Podía parecer un suicidio, pero la moral da alas y los irundarras tenían la opción de demostrar que no son sextos -primeros de la clase media- por casualidad.

El líder, contra las cuerdas

Con defensa infranqueable -lástima que los porteros no estuvieran a la altura-, y garra en ataque, los locales se fueron acercando al rival. Diríamos que de manera sigilosa, pero el audímetro estaba por las nubes gracias a la implicación y empuje del público. Dos goles de Stankovic y uno de Julen pusieron las bases (20-22) y otros dos del serbio, uno del capitán y otro del ayer bravísimo Tioumen-tsev dibujaron el segundo arreón, el que cambió un 21-25 muy empinado por un 25-26 que significaba la primera desventaja mínima de los amarillos en mucho tiempo. El Barça tenía gravísimos problemas para atacar, pero el Bidasoa sólo tuvo una opción para empatar, con el 27-28, que Stankovic estrelló en el poste. El reloj fue aliado del Barça y a los locales les faltaron unos pocos minutos para concretar la remontada.

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