«Premio al sacrificio»

El pasado fin de semana supuso un duro golpe para las aspiraciones europeas del Bidasoa-Irun, pero el deporte tiene grandezas como el empate de ayer y las negras nubes que el domingo llegaron con los resultados no deseados de Aragón y Valladolid dejan ahora pasar unos rayos de sol. El sexto puesto, último que clasifica para Europa, sigue estando lejos, a tres puntos, pero los irundarras demostraron ayer que querer es poder. Y, si quieren, podrán alcanzar al CAI Aragón en las últimas cuatro jornadas, en las que sólo jugarán un partido en casa (Alcobendas) y tres fuera (Cangas, el sábado, Algeciras y Ademar).

No es amigo de calculadoras Julián Ruiz y lleva tiempo diciendo lo difícil que es la carrera hacia Europa. Por los pretendientes -muchos-, el calendario -complicado- y las lesiones -plaga-. Ayer los irundarras jugaron sin Vladica Stojanovic ni Antonio Cartón e incluso Cyril Viudes se lastimó una mano y podría tener seccionado el tendón de una falange. «Quedan partidos para alcanzar al CAI, lo que no sé es si quedan jugadores. Igual tengo que adelgazar para vestirme de corto», decía el cántabro con mezcla de resignación e ironía.

Estaba muy satisfecho con la entrega de los suyos: «El equipo no ha dejado de pelear y dice mucho en su favor ese empate cuando iba perdiendo por nueve de diferencia. Olé por mis jugadores, el empate es el premio al sacrificio». El partido fue una prueba más de que «sabemos convivir con el sufrimiento, ahora tenemos que aprender a jugar con presión».

Por su parte, Equisoain reconoció que la liga está prácticamente perdida y cargó contra los árbitros, que «al final le han dado vida al Bidasoa».