1956. Doce heridos en accidentes de moto en una sola clínica

La noticia la daba, entre exclamaciones y todo, Alfredo R. Antigüedad en EL DIARIO VASCO hace cincuenta años: «El miércoles día 30 del recién pasado mes de mayo, en una clínica de San Sebastián -la de Nuestra Señora del Coro, que no es de las de mayor capacidad de camas-, había ¿doce lesionados en accidente de moto! que allí recibían asistencia facultativa. Teniendo en cuenta el abundante número de clínicas que existen en San Sebastián y haciendo una simple regla de proporción, asusta pensar en los casos de accidente de moto que se registran en nuestra ciudad y provincia».

Según comentaba, «ha crecido considerablemente el número de motos que se hallan en circulación, siendo la mayor parte de sus conductores muchachos jóvenes que cometen imprudencias. Y así son los choques, los despistes, los reventones de ruedas y demás clase de accidentes que dan lugar a una creciente cantidad de ingresos en las clínicas».

Hay que situarse en la época y saber que hasta entonces era habitual que circulasen ciclomotores con dos ocupantes. «Hace poco -indicaba el artículo- se ha publicado una disposición prohibiendo que vayan dos personas en una moto de pequeña fuerza y reglamentando cuándo pueden ir dos pasajeros. Esto de ir dos personas en la moto es uno de los principales motivos de accidente. Al tomar las curvas, si el pasajero que va con el conductor es inexperto, puede ocasionar el vuelco o despiste del vehículo».

Parece que no se hacía demasiado caso de la nueva prohibición. De hecho, en la portada de DV de aquel mismo día aparecía una fotografía de dos chicos montados en una Vespa y, no se lo pierdan, vestidos de casheros. Se trataba de Valentín Meloni y Luis María Romeo, miembros del Moto Club que se disponían a cubrir el trayecto San Sebastián - Génova en un tiempo récord.

En fin, que las motos y sus accidentes también daban que hablar hace medio siglo. Según recogía Antigüedad, «nos dicen que son abundantes los casos en que las lesionadas son señoras o señoritas que van sentadas en la parte trasera de las motos, y que en estos casos son mayoría los casos en que se ocasionan lesiones en los pies o en las piernas».

Dejaba entrever el articulista que las féminas que iban de paquete tenían más accidentes por la práctica antaño usual de sentarse de medio lado. «El pasajero de una moto, sea varón o hembra, debe ir, cuando esté autorizado ir dos personas, montada a horcajadas, lo cual disminuye el riesgo».