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BELÉN ELGUEA
Viernes, 16 de junio 2006, 02:00
VITORIA. DV. Arqueólogos, historiadores, filólogos y especialistas en epigrafía intentan desentrañar, como si de un código se tratase, los secretos ocultos durante siglos debajo de los sedimentos y los estratos del yacimiento alavés de Iruña-Veleia.
Si las excavaciones bajo la domus de Pompeia Valentina dejaron al descubierto más de 270 inscripciones y dibujos que, tras los pertinentes análisis y pruebas, han sido fechadas en el siglo III después de Cristo y entre las que se encuentra el Calvario más antiguo del mundo, a los expertos les toca ahora investigar la cronología exacta de un segundo conjunto epigráfico encontrado en otra vivienda.
«Se trataría de un acondicionamiento constructivo, es decir, una serie de trabajos de cimentación que se llevaron a cabo en una vivienda en el siglo V después de Cristo», precisó el director de la excavación, Eliseo Gil, que insistió en que las analíticas que confirmen la fecha no estarán «hasta finales de octubre o noviembre».
Gil, que estuvo acompañado del vicepresidente de la Real Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia, Hendrike Knörr y el filólogo Joaquín Gorrotxategi, confirmó que en este segundo grupo de inscripciones aparecen grafitos con escenas de la vida de Jesús como, por ejemplo, el Nacimiento, la Crucifixión e incluso lo que podría ser la Última Cena, pero no hay una representación de la Creación como se había llegado a indicar.
Pero sin duda alguna, uno de los hallazgos que ha revolucionado a la comunidad científica es la aparición de leyendas escritas en alfabeto latino sobre cerámica, en vasco antiguo.
Gorrotxategi, visiblemente molesto por las filtraciones que, a su juicio, han podido levantar sospechas de fraude o gran escepticismo, aprovechó su comparecencia para asegurar «la veracidad» de las inscripciones que, a falta de una precisión mayor, situó entre los siglos III y VI después de Cristo. «Es verdad que se ha adelantado el testimonio de las primeras palabras apelativas y, no sólo nombres propios, entre cuatro y siete siglos», manifestó el catedrático de Filología Vasca, que consideró necesario «afinar» esa horquilla temporal.
Y es que existen diferentes teorías e hipótesis sobre la implantación o la existencia de la lengua vasca ya que, según explicó, hay expertos que piensan que la lengua vasca no se hablaba en la Península Ibérica y que llegó al comienzo de la Edad Media -en los siglos VI-VII- desde el norte de la zona aquitana.
Palabras comunes
La aparición no sólo de palabras sino de secuencias, como edan ian lo (beber, comer y dormir) , zuri urdin gori (blanco, azul y rojo) o jaun (señor) que, en algunos casos, se repiten, permiten eliminar las meras coincidencias con abreviaturas o el puro azar.
«En la secuencia jan edan lo no hay duda de su adscripción lingüística ni de su sentido semántico», señaló el lingüista que mostró sorpresa ante la «inteligibilidad» de las palabras encontradas. «Esperaba que los textos del vasco antiguo fueran más opacos, más alejados del vasco medieval que conocemos», apuntó el catedrático quien no dudó en señalar que estas leyendas indican que la lengua no ha evolucionado mucho desde la antigüedad. Recordó que las inscripciones aparecidas muestran un vocabulario básico con palabras de parentesco, colores, verbos de acción, pero donde no aparece una sintaxis compleja.
Términos religiosos
Además de las palabras comunes en euskera hay una serie de términos religiosos como, por ejemplo, Geure ata zutan (nuestro padre entre nosotros), un saludo que utilizaban los antiguos cristianos, o Iesus, Ioshe ata ta Mirian ama (Jesús, Jose y la Virgen María), es decir la Sagrada Familia.
También el vicepresidente de Euskaltzaindia, Hendrike Knörr, destacó la «importancia extraordinaria» del hallazgo que, según indicó, «nos permitirá salir del círculo de las Glosas de San Millán de La Cogolla (primera constancia del euskera escrito)».
Otra de los aspectos que ha llamado la atención de los filólogos que han tenido oportunidad de ver una selección de las inscripciones es el empleo de la letra 'z', en palabras como zuri o zutan, si bien hay palabras como isar (estrella) que, en la actualidad se escribe con z. «Aquí, comenzamos a tener testimonio de la letra 'z', ¿será el inicio de una nueva norma gráfica? No lo sabemos?», indicó el catedrático que mostró su disposición a desentrañar los secretos de lo que denominó como el Código de Veleia.
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