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Vida y milagros de la carpa Juanita
Vida y milagros de la carpa Juanita
A LO INSÓLITO POR GONTZAL LARGO

Vida y milagros de la carpa Juanita

Reside en Vilanova i la Geltrú y no sólo se siente como pez en el agua en su estanque, sino que atrae a muchos curiosos

PPLL

Jueves, 6 de julio 2006, 02:00

Tiene 37 años y responde al nombre de Juanita. Es natural de la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú y vive en un estanque circular de 8.000 litros de agua. Juanita es una carpa, un pececillo anaranjado del tamaño de un teléfono móvil que se ha convertido en un mito del reino animal. ¿Sus méritos? Se trata de único pez del Universo -a día de hoy nadie ha probado lo contrario, ni aquí, ni en Marte- que ha sido amaestrado para beber de un artilugio tan celtíbero como el porrón. También es capaz de comer con cuchara pero lo que hace de ella un animal sin igual -casi a la altura del unicornio- es su increíble maestría a la hora de manejar el chorro del botijillo.

Habrá quien piense que Juanita debería ser expuesta en un museo dedicado a la Ciencia, enviada al espacio exterior o, incluso, criogenizada para que, generaciones futuras, contemplen semejante milagro. Pero no. Juanita es una de las atracciones del Museo de Curiosidades Marineras de Vilanova i la Geltrú y de allí nunca se moverá porque su padre y amaestrador, don Francesc Roig, la quiere más que a su propia vida.

Tanto el museo, como Juanita, como el propio Francesc forman un ente inseparable e indisoluble, desde que en 1954 este amante del mar se percató de que Juanita madre -la actual pertenece, pues, a la segunda generación de peces bebedores- se mostraba ciertamente interesada por la parte cónica de un porrón. Una vez hecho el descubrimiento, Francesc ensayó con diferentes sustancias que tentaran el paladar del animal y tras diez meses de durísimos entrenamientos, se obró el milagro: Juanita era capaz de beber de un porrón. Luego vinieron las clases para aprender a comer con cuchara, lo que resultó infinitamente más sencillo al prodigio acuático.

Medio siglo después, la hija de esa carpa sigue siendo el emblema del singular museo y una fuente inagotable de historias paralelas, dignas de ser recopiladas en un libro. Lo raro no es que Francesc reciba cartas de todas las esquinas del globo, sino que muchas de éstas ¿apenas cuentan con datos en el destinatario! Hasta Vilanova han llegado sobres de Brasil, Las Vegas, Moscú, islas Mauricio... con el dibujo de la carpa Juanita bebiendo en porrón y la palabra 'Spain' como única información.

Obviamente, todo ello es motivo de júbilo para Francesc que también muestra orgulloso los 276 reportajes de prensa que he generado el pececillo a lo largo de toda su historia o el paso de visitantes ilustres como Yul Brynner o Charlie Rivel . El Museo, amén de Juanita, esconde en apenas una habitación tal cantidad de objetos, curiosidades e historias como el Louvre y el British Museum juntos, pero esa es otra historia... De momento, sepan que Juanita existe.

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