

Secciones
Servicios
Destacamos
MARÍA JOSÉ CANO
Viernes, 25 de agosto 2006, 02:00
Es el pianista habitual de Ainhoa Arteta, Carlos Álvarez o las dos voces femeninas de El rapto en el serrallo, Mariola Cantarero y Ruth Rosique, entre otros. Rubén Fernández Aguirre (Barakaldo 1974) acompaña hoy a las 20 horas en la Sala de Cámara del Kursaal a Isabel Monar, Marina Rodríguez Cusí y David Menéndez.
- Se dice que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. ¿Detrás de un gran cantante siempre hay un gran pianista?
- No siempre. La profesión de repertorista es algo asociado con el piano, pero con unas connotaciones diferentes para las que tienes que estar preparado. Hay mucha gente que ha llegado a esta profesión porque es un pianista frustrado. No es lo mismo acompañar porque lo quieres hacer que por estar frustrado. Yo me fui a Viena a estudiar corepetición porque quería dedicarme a esto.
- ¿Por qué siempre se conoce al cantante y no al pianista?
- Yo creo que tiene que ver con la estética. El cantante canta de cara al público y el pianista no. Además la voz tiene un poder que no tiene ningún otro instrumento en el mundo. Por eso, para ser pianista acompañante hay que saber estar en un segundo plano que a mí particularmente me gusta muchísimo. Es un segundo plano relativo, porque tienes la obligación de dar la base armónica y la seguridad necesaria al cantante, pero para el público quizá sí lo es. En cuanto al cantante, yo creo que tampoco te considera menos importante, porque en el momento que escoge compartir el escenario contigo es porque tiene plena confianza en ti.
- ¿Qué cualidades necesita un buen pianista acompañante?
- Sobre todo, hay que tener psicología. Todos los cantantes son diferentes y no te puedes comportar igual con todos. Además hay que tener el oído muy desarrollado porque tocas y acompañas a la vez, no dejas de ser pianista. De todas formas, lo que más destacaría es que tenemos que dar sensación de tranquilidad y control, para que el cantante piense que pase lo que pase vas a ir con él a donde te lleve. Tienes que dar tranquilidad y confianza. Por eso, lo del segundo plano es muy relativo.
- En su opinión, ¿acompañar a la voz difiere mucho de hacerlo con otros instrumentos?
- Bueno, a mí me gusta pensarlo como música de cámara. Cuando tocas lied o canción, haces el mismo trabajo que cuando tocas con un violín. La cosa cambia cuando tocas ópera o zarzuela. En este caso realizas un trabajo más de acompañante. Cuando ejecuto algo que es original para orquesta estoy obsesionado en imitar los sonidos de la orquesta, o al menos dar esa sensación. En mi opinión, el sonido del piano tiene que ser distinto cuando haces una obra original para piano que cuando está escrita para orquesta.
- Para ello, será necesaria una preparación especial. ¿Cómo se forma un buen pianista acompañante?
- En mi caso, la formación viene desde pequeño. Yo he crecido en el mundo coral, he cantado en coros, he sido pianista de la Sociedad Coral de Bilbao... Todo esto te va contaminando hasta el punto de querer encontrar una profesión en la que el piano y la voz se fusionen y la he encontrado. Te formas trabajando mucho con cantantes, abordando bastante repertorio y conociendo también los idiomas. Y te tiene que gustar. Yo prefiero compartir escenario con alguien. Un pianista solista sube al escenario, está en su mundo y no tiene órdenes de nadie. A mí, sin embargo, siempre me ha gustado más compartir escenario con alguien y hacer música juntos.
- ¿Por eso decidió dedicarse a esta profesión?
- La vida me ha llevado a esto. Recuerdo que de niño participé en un Caserío vestido de vasquito, y desde entonces he colaborado con el Concurso Internacional de Canto de Bilbao y otras muchas cosas. Todo esto me llevó a Viena, a Munich, a trabajar en Valencia durante tres años con los cantantes de Ana Luisa Chova y a estar dos años de repertorista en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Ahora tengo la suerte de vivir de hacer esto, que es lo que más me gusta en el mundo.
- ¿Qué les diría a los que piensan que los acompañantes son pianistas de segundo orden?
- Que están en su derecho de pensar lo que quieran, pero que no comparto esa opinión. Tengo claro que el piano es el vehículo común entre dos profesiones distintas. Es como comparar un cirujano con un traumatólogo. Los dos son médicos, pero tienen vivencias distintas.
- ¿Es cierto que hay cantantes muy divos?
- Yo creo que la figura del divo operístico ha ido desapareciendo. Los cantantes son cada vez personas más accesibles que cuando bajan del escenario tienen una vida normal. Es más lo que piensa la gente que la realidad.
- Hoy ofrece un concierto monográfico Mozart con Isabel Monar, Marina Rodríguez Cusí y David Menéndez. ¿Qué tipo de recital va a encontrar el público?
- En la primera parte interpretaremos Nocturnos y Tercetos. Los tres cantantes estarán todo el rato en el escenario, algo poco habitual. En la segunda parte cada uno cantará un aria de concierto y el encuentro finalizará con cuatro escenas de distintas óperas.
- ¿Cuáles son su próximos proyectos?
- Toco en septiembre con Carlos Álvarez en Las Palmas y Almería. Luego tengo ocho recitales con Ainhoa Arteta por varias localidades españolas y en Bruselas. Además me han invitado a ser el pianista oficial del Concurso Operalia que organiza Plácido Domingo y que se celebrará en otoño de 2007 en el Palau de las Arts de Valencia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.