

Secciones
Servicios
Destacamos
ALBERTO SURIO
Jueves, 31 de agosto 2006, 02:00
SAN SEBASTIÁN. DV. La Ejecutiva Nacional de Eusko Alkartasuna se ha decantado finalmente por un escaso margen de votos a favor de no reeditar una coalición con el PNV en las próximas elecciones municipales y forales de mayo de 2007. La dirección que preside Begoña Errrazti, reunida ayer en Vitoria, aprobó finalmente una propuesta en tal sentido después de un arduo y tenso debate interno, que se ha planteado en especial con abierta crudeza en el sector oficial de EA.
Al término del encuentro se constató un hermético pacto de silencio sobre los contenidos de esta discusión interna y sus resultados. En el caso de que hubiera prosperado una propuesta a favor de la coalición, ésta debía haber sido refrendada por una mayoría de dos tercios de compromisarios de la Asamblea Nacional. Al no ser así, no se hace necesario el visto bueno de la Asamblea Nacional.
El PNV había pedido a EA que expresara su decisión antes del 15 de septiembre, fecha en la que ha convocado a su Asamblea Nacional para poner en marcha su maquinaria interna de cara a los próximos comicios y comenzar a preparar sus candidaturas a Juntas Generales y Ayuntamientos, en solitario en el caso de no acudir en coalición.
La decisión de EA de concurrir en una alianza en los próximos comicios locales fue abiertamente defendida por la presidenta de la Ejecutiva Nacional, Begoña Errazti, así como por el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga. El respaldo de significativos representantes del sector oficial de EA a la alianza con el PNV en función de la actual coyuntura política del proceso de paz y de normalización había generado una notoria discusión interna en el seno de la corriente mayoritaria de EA, en donde históricamente ha predominado el principio de ir en solitario para garantizar las señas de identidad del partido y no desembocar en una fórmula similar a la de CiU.
En su día, el temor a que el sector guipuzcoano -mayoritariamente partidario de una coalición estable con el PNV- patrocinase un acercamiento estratégico a los jeltzales fue el origen del distanciamiento político entre Carlos Garaikoetxea y su entonces secretario general, Inaxio Oliveri. Aquel desencuentro fue una de las raíces de una situación interna en la que siempre se han reflejado dos grandes líneas estratégicas.
Discusión interna
De hecho, la división en la Ejecutiva Nacional de EA sobre esta cuestión era un hecho palpable en los últimos dos meses. La ausencia de una mayoría clara impedía a Errazti presentar una propuesta con garantías de salir adelante y provocó que el asunto quedara sobre la mesa durante el verano. A favor de la coalición han estado el presidente de la ejecutiva guipuzcoana, Iñaki Galdos, y el ex consejero Javier Caño, además de Errazti y Azkarraga. En su contra, el secretario general, Unai Ziarreta; el portavoz parlamentario, Rafael Larreina, así como los presidentes de Vizcaya, Aitor García; Álava, Fernando Velasco, y de Navarra, y la diputada Begoña Lasagabaster.
La victoria de las tesis favorables a ir en solitario es el resultado de un complejo proceso de debate interno. De hecho, la posición de Errazti y Azkarraga a favor de la entente había sido contestada en determinados ámbitos de la corriente oficial. Este asunto ha sido tradicionalmente el detonante del enfrentamiento interno en el seno del partido y origen de una discusión ideológica sobre el espacio futuro de EA, su política de alianzas y su alineamiento en una posible recomposición del mapa político vasco en el día después de la desaparición del terrorismo.
De hecho, la dinámica de este partido en sus últimos congresos había girado de forma considerable entre partidarios y detractores de la coalición con el PNV. Aunque en un principio el mandato de la Ejecutiva finaliza este noviembre, es muy posible que el congreso se retrase hasta después de las próximas elecciones forales y municipales.
La decisión supone un revés para quienes en el seno de EA han defendido la conveniencia de presentarse en coalición. La corriente guipuzcoana, que es mayoritaria en este territorio, ha abogado siempre por articular un eje de «nacionalismo institucional» alrededor de la entente entre EA y el PNV para garantizar la estabilidad y mantener el liderazgo político.
Los partidarios de ir en solitario, sin embargo, siempre han considerado que perpetuar la alianza con los jeltzales suponía a la larga un progresivo debilitamiento del proyecto político de EA, en especial en un momento histórico en el que la incorporación de la izquierda abertzale al juego político normalizado va a acarrear consecuencias en el mapa político vasco a medio y largo plazo.
Algunos dirigentes de la línea oficial, por su parte, han argumentado durante los últimos meses para defender la alianza con el PNV la histórica coyuntura que atraviesa el País Vasco y la necesidad de no debilitar el proyecto político que lidera el lehendakari Ibarretxe al frente del gobierno de coalición.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.