Borrar
Urgente Cortada la N-I en Tolosa dirección Vitoria por un accidente entre dos turismos y un camión
Las censuras las carga el diablo

Las censuras las carga el diablo

La moción de censura de Podemos contra Mariano Rajoy que hoy se debate en el Congreso ha desempolvado de la memoria las que se presentaron en 1980 y 1987 contra Adolfo Suárez y Felipe González. Ninguna salió adelante

elisa lópez

Domingo, 21 de mayo 2017, 10:56

Seis políticos que vivieron en directo las dos mociones de censura que se han presentado en el Congreso de los Diputados en la etapa democrática, en 1980 y 1987 contra Adolfo Suárez y Felipe González, recuerdan en DV cómo las vivieron y cómo se desarrollaron.

1. Lo viví con mucha pasión, pues fueron unos momentos de gran intensidad política. La moción se produjo en un clima de convulsiones políticas, económicas y sociales muy agudas, tanto por el reinicio brutal del terrorismo de ETA, al mismo tiempo que se estaba llevando a cabo la transformación del Estado autoritario a uno democrático y fuertemente descentralizado, sometido a las tensiones de los nacionalismos y las reivindicaciones de las demás regiones que no querían quedarse fuera de los nuevos poderes autonómicos que se vislumbraban. Ante esta situación tan compleja, Suárez carecía de un partido disciplinado y consistente que le ayudase a resolverlas; la UCD fue montada en muy poco tiempo y era un conglomerado de intereses tanto personales como políticos. Sin un partido que lo apoyase, con la prensa, incluso la de derechas, toda en su contra y sindicatos y patronal hostigándole, Suárez se encontraba totalmente acorralado y el PSOE, sin posibilidades de triunfar, planteó la moción de censura.

2. Sirvió, fundamentalmente, para dar a conocer y afianzar a Felipe González como alternativa de Gobierno, con un discurso brillante, progresista y moderado que dejó muy tocado a Adolfo Suárez, que ni supo ni pudo rebatirle. Quizás Suárez no era hombre para encarar aquella situación política con garantías de éxito, pero el PSOE fue excesivamente duro con él, lo mismo que los medios de comunicación que le hicieron una oposición implacable y que más tarde unos y otros reconocerían sus excesos.

3. La moción de Podemos sigue la línea ganadora de Pablo Manuel Iglesias de su último Congreso al renunciar a una oposición parlamentaria dura pero solvente y creíble, para dedicarse a las actuaciones circenses en la calle ¿Cómo puede pretender Iglesias convencer a alguien si es incapaz, como un chiquillo ansioso, de esperar a unas consultas previas con los partidos políticos y acordar con ellos, en su caso, antes de anunciarla 'urbi et orbe' en rueda de prensa? ¿Cómo se puede anunciar al principio una moción sin un candidato alternativo a Rajoy? Considero que estas preguntas definen la simpleza de la oposición de Podemos que, si sigue adelante con su moción, es para que Rajoy salga reforzado.

1. En aquella etapa yo era diputado del PNV y eran momentos muy convulsos y muy difíciles en la política española. Con sonadas cuarteleras muy a menudo. El PSOE tenía mucha prisa por llegar al poder, y realizó una campaña de desgaste contra el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, que fue el anteúltimo episodio, previo al golpe de Estado. Una moción de censura que, aun sabiendo que no iban a ganar, les serviría para desgastar más y más la figura de Suárez, y a su vez relanzar la de un joven Felipe González.

1980: González vs. Suárez

  • primera moción de censura

  • La primera moción de censura que se presentó tras la aprobación de la Constitución fue en mayo de 1980, con una democracia aún joven. Fue una iniciativa del PSOE contra el Gobierno de UCD y el presidente Adolfo Suárez. Pese a que éste salió victorioso, supuso el principio del fin para UCD. La moción de los socialistas fue planteada y defendida en el Congreso por Alfonso Guerra y el candidato a presidente que proponía el PSOE era Felipe González. El entonces joven político perdió la votación pero ganó el debate y proyectó su figura política.

2. ¿Si sirvió para algo? Tengo la impresión de que aquello sirvió para acelerar la intentona golpista, y muy poco más. Por tanto, para nada positivo.

3. Veo necesaria la moción de censura que ha presentado Podemos. La situación de desprestigio que vive en estos tiempos la política española y, sobre todo, la corrupción galopante del PP precisan de movimientos de estas características. En este caso, creo que la formación liderada por Pablo Iglesias está haciendo política. Este paso que han dado les va a servir para poder presentar un programa de gobierno y va a permitir, también, desenmascarar a quienes dicen estar hartos de la corrupción y del PP, pero que con su abstención les permitieron gobernar, o a quienes les permiten continuar con el apoyo a los Presupuestos. Y, además, considero que esta moción de censura conecta bastante bien con lo que piensa una inmensa mayoría social en el Estado.

1987: La oportunidad perdida de Hernández-Mancha

  • segunda moción de censura

  • La segunda iniciativa fue presentada por el grupo popular contra el gobierno de Felipe González el 23 de marzo de 1987, un mes después de haberse celebrado el debate sobre el Estado de la nación, en el que no pudo intervenir el nuevo presidente del grupo mayoritario de la oposición, Antonio Hernández Mancha, por no ser diputado. La moción estaba abocada al fracaso ya que los socialistas contaban con mayoría absoluta. El resultado fue pésimo porque González volvió a ganar las elecciones en 1988 y estuvo como presidente hasta 1996.

1. La moción de censura de 1980 supuso un éxito rotundo de Felipe González. Él apostó por convertir al Partido Socialista en un partido socialdemócrata. Algo que no pudo conseguir en un primer intento; renunció a la secretaria general y fue beatificado en un congreso posterior. Después de conseguir la pacificación de la formación, presentó una moción de censura en la que toreó solo frente a todos los ministros de la UCD. De esta manera, Felipe se consagró como el líder indiscutible del partido y como candidato indiscutible a la presidencia del Gobierno.

2. Sirvió para hacer de Felipe González el candidato del cambio. El 23 de febrero de 1981 se produjo el golpe de estado de Antonio Tejero. No se llegó a formar un Gobierno de concentración nacional como proponíamos algunos dirigentes de UCD y Felipe se consolidó como la apuesta más segura para poder consolidar la democracia.

3. Este anuncio es un brindis al sol que pretende presentar a Podemos como la única alternativa al Partido Popular, «ninguneando» de esta manera a un Partido Socialista que permitió, a través de la abstención, la formación de un Gobierno popular.

1. La mera presentación de esta medida cogió por sorpresa a Adolfo Suárez, un factor que aprovechó González para proyectar su figura política y foguearse parlamentariamente, que era realmente lo que buscaba. Pero lo que mejor recuerdo de aquel entonces es que fue la ejecutiva del partido la que dos o tres meses antes preparó minuciosamente esta moción de censura. Se decidió guardar silencio absoluto para que la decisión de interponer la moción no llegara a la prensa, ni a nadie. Y así fue.

2. Claro que sirvió para algo. Para presentar ante el país la alternativa del Partido Socialista. Sirvió para dar a conocer que había otra manera de hacer política. Y también para dar a conocer al candidato alternativo, un joven Felipe González que se quedó a 24 votos de salir elegido presidente.

3. Prefiero no opinar sobre el anuncio que hizo Podemos. ¿Pero cómo puede pretender el partido de Pablo Iglesias que salga adelante una moción de censura en estos momentos?

1. Yo entonces era portavoz adjunto del grupo vasco en el Congreso, y muy joven. De hecho, los más jóvenes en 1986 éramos Rodríguez Zapatero y yo. Viví todo aquello con bastante sorpresa, hasta que descubrí alguna de las razones profundas que justificaban esta moción de censura tan temeraria. En el seno del grupo popular nunca se vio con buenos ojos esta iniciativa, aunque tampoco se impidió a Hernández Mancha que la presentara. Uno puede pensar con cierta legitimidad -pese a que no existen pruebas- que la moción no era una maniobra contra Felipe González, sino contra el propio Hernández Mancha, que entonces fue el sucesor de un personaje tan carismático como Fraga Iribarne, mientras él era alguien de muy bajo perfil político. La derecha española necesitaba un líder de otras características, y sabía que aquella moción no tenía ningún sentido, era un auténtico suicidio. Porque la diferencia de entidad política entre Hernández Mancha y González -que estaba en su momento álgido de carisma y de elocuencia, y de capacidad dialéctica- era abismal. González era un líder nato y Hernández Mancha todo lo contrario: era muy inseguro, melindroso y además carente de recursos dialécticos.

2. La moción de censura sirvió para que la derecha española se librase de Antonio Hernández Mancha. La impresión que yo tengo -que más tarde me confirmó el propio Felipe González-, es que no quiso cebarse excesivamente por consideración hacia él. Le podría haber ridiculizado todavía más.

3. El anuncio de Podemos es otra dimensión. Los dirigentes de la formación morada son, desde luego, más estrategas que Antonio Hernández Mancha. Su iniciativa se puede encarrilar en un intento de concitar apoyos sociales más que parlamentarios, que les permita ir consolidando el 'sorpasso' al Partido Socialista. Creo que están colocando al PSOE en la tesitura de tener que apoyar por segunda vez a Rajoy -tal y como apuntan desde Podemos-, y esto puede debilitar a los socialistas, por un lado y, por otro, fortalecer a Iglesias.

1. Hernández Mancha acababa de salir elegido presidente de Alianza Popular y no era todavía muy conocido. Entonces el partido quiso darle mayor notoriedad a nivel nacional. Por eso se pensó, se programó y luego se llevó a cabo esa moción de censura que, sin embargo, no salió nada bien. Se daba por hecho que no saldría adelante, pero, no obstante, se creó esa expectativa solamente por observar cómo iba a desenvolverse Hernández Mancha. También es verdad que, en ese momento, Felipe González todavía mantenía un crédito altísimo y mucho prestigio. Además, estaba muy bien arropado. Finalmente resultó una moción de censura fallida, de la que Hernández Mancha salió muy debilitado. Ahí empezó su decadencia. Durante el debate de la moción, fue Alfonso Guerra el que lidió con él y González prefirió quedarse en la barrera. Ni siquiera llegó a debatir con el primer espada.

2. Realmente no sirvió para nada. Simplemente para que algunos dentro del propio partido pensaran que en un futuro próximo sería necesario buscar nuevo líder para la derecha española. Insisto en que enfrentarse a González no era fácil. Era muy bueno; en el debate dialéctico era brillante. En todo caso, yo añoro la oratoria de aquellos tiempos. Entonces no había insultos como ahora....

3. El grupo de Podemos va al escándalo diario, a crear espectáculo para conseguir así la motivación exclusiva de sus bases... pero su moción no saldrá adelante, por supuesto que no. A los que puede perjudicar todo esto es a los socialistas, que están viviendo un momento delicado y existe una gran división en el seno del partido, y algunos podrían argumentar que no apoyar esa iniciativa beneficiaría a Rajoy.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Las censuras las carga el diablo