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Sábado, 7 de octubre 2006, 03:12
IRUN. DV. El aficionado bidasotarra debe estar ansioso porque llegue mañana. A las doce y media, el Bidasoa-Irun recibirá en Artaleku al Altea y la cita está marcada en rojo. Hace quince días que los irundarras no juegan en casa y de la última comparecencia, frente al Antequera, se puede recordar el vaivén que desembocó en un emocionante final de partido. Si el resultado vuelve a ser una victoria local, seguro que los socios y simpatizantes bidasotarras que mañana se acerquen a Artaleku firmarían un final tan frenético como en aquella ocasión.
Después de aquel partido, el Bidasoa-Irun hizo la de Jeckyll y Hyde en Barcelona. 40 minutos buenos (22-18) y 20 pésimos (19-8) dieron como resultado final el sonrojante 41-26, la mayor diferencia recibida en años en el Palau, donde ya van trece derrotas consecutivas. Pero aquel partido pasó y la novedad de cara al de mañana es que Julián Ruiz podrá contar con todos sus efectivos. Ya están completamente recuperados Ole Erevik y Dawid Nilsson. Por su parte, tanto Ivan Stankovic (anginas) como Marco Antonio Oneto (paperas) y Srdan Trivundza (tendinitis) han superado los problemas de los últimos días.
El Bidasoa-Irun entrena hoy en Hondartza y mañana se enfrentará a un equipo que en nueve visitas a Artaleku ha cosechado dos empates y dos victorias. En las dos últimas se fue de vacío.
El ITE, hoy en Hondartza
Esta vez no coinciden los dos primeros equipos de la comarca, y es que el ITE Hondarribia juega esta tarde, a partir de las siete, en Hondartza. Los hondarribitarras se las verán con el Lacera Naranco, un equipo que aspira a regresar a la División de Honor B.
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