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ARTURO GARCÍA
Sábado, 11 de noviembre 2006, 02:13
BILBAO. DV. La noticia saltó ayer al primer plano de la actualidad vasca: científicos (Pedro Miguel Etxenike), biólogos (Adelaida Umaran Sánchez), periodistas (Gorka Landaburu) y el propio rector de la UPV, Juan Ignacio Pérez, salieron a la palestra para desvelar, en primicia, uno de los descubrimientos «más importantes» habidos a lo largo de este año en Euskadi: «Ha sido aislado el primer virus beneficioso para el organismo, en especial para el habla. Y ha entrado en Euskadi con fuerza. Es el virus de la convivencia lingüística».
En contra de lo que suele suceder, esta vez sus efectos, en forma de infección, «favorecen la comunicación, enriquecen, afinan la receptividad del portador y, sobre todo, es un eficaz antídoto contra la uniformidad».
El contagioso virus, que ha sido bautizado como Ukan, es el eje central de una original campaña en favor del euskera promovida por el departamento de Política Lingüística del Gobierno Vasco que dirige Patxi Baztarrika.
Con el lema Contágiate, Ekin, Ukan, Ekin, la iniciativa pretende impulsar la presencia social del euskera. Pedro Miguel Etxenike, «navarro del Roncal» que se declaró un «satisfecho portador del virus», confesó que la infección del euskera había sido para él «una bendición».
El científico ensalzó el hallazgo como un virus que «nos inmuniza contra la intransigencia y nos ayuda a entender que solamente desde la propia identidad cabe salir al encuentro de otras realidades: una lengua, cualquier lengua, explica el mundo en que vivimos: nunca pensé que el aprendizaje del euskera fuera en detrimento de mi formación científica: la lengua conjuga pasado, presente y futuro, lo universal con lo particular».
Reunión pionera
En la misma línea incidió la microbióloga de la UPV, Adelaida Umaran, profesora titular de Medicina desde 1989. Coautora del texto Mikrobiologia medikoa, publicado en 2004, ha realizado la supervisión científica de la traducción al euskera de un clásico de Microbiología General que será editado este año. Umaran fechó en la reunión de Euskaltzaindia de 1968 en Aranzazu donde se creó el euskera batua, el inicio de la investigación que ahora ha logrado aislar el virus Ukan.
Las alarmas saltaron cuando «tomaron cuerpo las primeras sospechas de la existencia del virus de la convivencia. Un nutrido grupo de científicos se puso manos a la obra para analizar y contrastar todas las informaciones que fue generando el germen. La «investigación» ha avanzado desde entonces hasta que por fin se aisló el virus, en «un laboratorio multidisciplinar de la localidad labortana de Sara, donde Axular, patriarca de las letras vascas, escribió su obra Gero».
La hipótesis inicial, formulada en la reunión de 1968 era la siguiente: aun en condiciones sociopolíticas adversas, se ha detectado una creciente aproximación de los vascos al euskera.
Cerró la presentación del hallazgo el rector de la UPV Juan Ignacio Pérez, nacido en Salamanca, quien corroboró las palabras de sus colegas de investigación: «El euskera no es patrimonio de nadie, es de todos y para todos. La cuestión lingüística tiene muchas aristas en una comunidad bilingüe como la nuestra, y la mayoría guardan relación directa con la convivencia: los derechos y obligaciones de los hablantes, el uso fetichista, sectario o heráldico de las lenguas, la desinformación de una comunidad hablante sobre lo que hace la otra, la sombra siempre alargada pero no siempre respetuosa de la lengua hegemónica sobre la que no lo es».
Pérez expresó su deseo que, tras la presentación en sociedad del virus Ukan «se multiplique y obre su saludable efecto en nuestra convivencia». El rector de la UPV se mostró convencido de que cuando se habla de pacificación, de vertebración de país, «concedemos muy poca importancia a nuestra realidad lingüística pese a que, es ella, la que ilustra y ayuda a comprender en parte el problema de incomunicación que vivimos».
Lengua necesitada
El acto fue conducido por el periodista Gorka Landaburu, quien alabó los efectos sobre el organismo del virus: «Un agente biológico que produce llamativos beneficiosos efectos en la psique del individuo, especialmente en las relacionadas con la comunicación y las relaciones interpersonales: su efecto favorecedor opera a través de impulsos positivos en favor del euskera, la lengua más necesitada de apoyo social».
Para Landaburu, tan importante «o más» que el hecho de que sea un virus saludable, es que sus efectos «trascienden la escala individual para convertirse en un verdadero fenómeno social».
La campaña, que ya está presente en los medios de comunicación desde hace unos días, concluirá el 3 de diciembre, día del Euskera, con un gran acto que tendrá lugar en Donostia y cuyos pormenores están por cerrar. Asimismo el día 1 se llevará a cabo un concierto en el pabellón La Casilla de Bilbao.
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