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Mari Carmen Carrasco, de la tienda de ropa infantil Ume, amontona las prendas que han quedado invendibles y que podría liquidar como saldos.
Género invendible
ARRASATE-MONDRAGON

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Las tiendas de Loramendi Kirolak y Ume pierden todos los artículos que guardaban para las rebajas de enero La Caixa abrirá hoy una oficina provisional en el Portalón

KEPA OLIDEN

Martes, 9 de enero 2007, 03:14

ARRASATE. DV. Las rebajas de enero se les han chamuscado a las tiendas de Loramendi Kirolak y Ume. El ataque incendiario que la noche del viernes al sábado destruyó la sucursal de La Caixa en Garibai ha dejado invendible todo el género que ambos comercios almacenaban para las rebajas que debían haber comenzado ayer. «Teníamos guardado más género que nunca, porque la temporada de otoño ha sido muy floja», coincidían Itziar Uriarte y Mari Carmen Carrasco.

La primera, propietaria del establecimiento de artículos y prendas deportivas Loramendi Kirolak, situado a la izquierda de la sucursal atacada, dedicó todo el sábado a vaciar la tienda «con la ayuda de otras 17 personas». En total, «llenamos 75 cajones con ropa, y retiramos aproximadamente 800 pares de calzado» contabilizaba Itziar. Todo este género, por valor de cientos de miles de euros, «ha quedado invendible por efecto del hollín y del olor a quemado». La compañía aseguradora indemnizará las pérdidas económicas, «pero tardaremos más de un mes en poder reabrir la tienda, porque tenemos que reparar todo el sistema de aire acondicionado» advertía la propietaria de Loramendi Kirolak.

Fue precisamente por la conducción de aire acondicionado por donde se coló el humo que echó a perder todo el género de la tienda. La toma de aire de este circuito se halla justamente frente a la fachada lateral de la sucursal de La Caixa, a la altura del número 4 de la plaza Jokin Zaitegi. Este portal fue el más dañado por las llamas y el consiguiente humo, y los vecinos de sus 15 viviendas continúan aún fuera de sus domicilios, alojados en hoteles, hasta que se reparen las instalaciones básicas de la casa.

El humo, y también las llamas, afectaron de lleno al sistema de aire de Loramendi Kirolak. Según su propietaria, el fuego prendió y destruyó los motores, y las llamas llegaron a propagarse por el circuito. Milagrosamente, la tienda no ardió, pero «había tal humareda cuando llegamos que tuvimos que esperar durante dos horas a que los bomberos despejaran el humo con potentes extractores antes de poder acceder al interior» recuerda Itziar Uriarte. Y lo que se encontraron dentro fue una gruesa capa de hollín recubriendo todos los rincones. «No se salvó ni el calzado guardado en sus cajas; el hollín y el olor a chamusquina lo impregnaba absolutamente todo» explicaba esta comerciante.

Itziar Uriarte no sabe aún qué harán con todo el género desperdiciado: «Lo tendremos que liquidar como 'saldos tirados' pero todavía no sabemos ni cuándo, ni cómo, ni dónde» señalaba. De lo que está segura es de que todo este género «apestado» no irá bajo ningún concepto a la tienda que poseen en San Andrés.

Mari Carmen Carrasco, del comercio de ropa infantil Ume, si podría abrir los «saldos tirados» hoy mismo, si la circunstancias lo permitieran. Este establecimiento, situado a la derecha de La Caixa, no ha sufrido tantos daños materiales como Loramendi Kirolak, «pero el humo que se coló por la conducción de aire acondicionado nos ha arruinado todo el género» explicaba Mari Carmen. Absolutamente ninguna prenda o complemento se ha salvado del negro hollín que invadió la tienday a cuya limpieza han dedicado el fin de semana las hermanas Carrasco.

El estado invendible -«que no inservible», como puntualizaba Mari Carmen- de todas las prendas almacenadas, no ha tardado en despertar el instinto oportunista de clientes ávidos de gangas. Durante el transcurso de la entrevista mantenida con esta comerciante no faltaron llamadas preguntando «cuándo y con qué descuento van a saldar las prendas estropeadas».

La Caixa, en marcha

La principal víctima del ataque incendiario, La Caixa, es, paradójicamente, quien se ha repuesto antes del golpe recibido. Ayer lunes a media mañana una oficina móvil instalada a bordo de una furgoneta daba servicios a los clientes de la entidad financiera catalana. Esta oficina móvil, atendida por un empleado, incluye hasta cajero, y ofrece todos los servicios. No obstante, La Caixa espera inaugurar hoy o mañana una nueva oficina provisional en los locales de la antigua Kutxa, en el Portalón. Los cinco empleados de la sucursal siniestrada operarán desde ahí durante los próximos meses, hasta que reconstruyan la oficina de Garibai.

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