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BENITO URRABURU
Martes, 16 de enero 2007, 10:07
Si hay algo que todo el mundo alaba de él es su profesionalidad, su meticulosidad. Samuel Sánchez lleva once años vinculado al ciclismo vasco, que se lo ha dado todo. Es el único corredor de la formación, entre 29, que no ha nacido en Euskadi.
- ¿Es consciente de que después de lo demostrado en 2006 le van a exigir todavía más?
- No. Nadie me va a exigir más de lo que yo lo hago, nadie. Ahí está el secreto, en intentar hacerlo todavía mejor, aunque soy consciente de que voy a estar más vigilado, de que voy a tener más responsabilidad. Creo que sigo una línea buena y que los resultados llegarán. Al menos eso pienso.
- ¿La presión que pueda tener a su alrededor le perjudicará?
- Estoy tranquilo. Ponerse nervioso no lleva a ningún lado. Lo que tenga que llegar, llegará.
- Todo el mundo tiene un sueño, ¿cuál es el de Samuel Sánchez ciclista?
- Ganar el Campeonato del Mundo. Es la carrera más rentable. La ganas un día y terminas disfrutándola durante 365 días. Cada vez que vas a una prueba te identifican con esa carrera si la has ganado.
- ¿Cambiaría algo de lo sucedido en el último Campeonato del Mundo?
- Yo vine satisfecho del trabajo que hice y les dejé el Campeonato en bandeja a los tres que venían detrás. Llegué supersatisfecho a casa. Hice lo que tenía que hacer. Si las circunstancias hubiesen sido de otra manera no sabríamos lo que hubiera pasado. Todos quedamos satisfechos. Sacamos una medalla que, según fueron las cosas en carrera, resultó todo un logro.
- Usted es un corredor al que le costó tiempo conseguir su primera victoria en profesionales, ¿tardó demasiado en llegar a lo más alto?
- Llevaba años a un buen nivel, pero no terminaba de rematar. Había sido cuarto en una Lieja-Bastogne-Lieja, podio en País Vasco, hacía buenas París-Niza, pero hacer segundo o tercero no sirve de nada en el ciclismo. Sólo sirve ganar y si no vuelvo a ganar nadie se acordará de lo de antes. Aquí pasas un examen cada año.
- Es el único corredor no vasco de la formación. ¿Se ha sentido alguna vez discriminado?
- Nunca, nunca, ni en el equipo, ni entrenado en Euskadi, ni viviendo. Jamás podré renegar de nada. Llevo once años en el ciclismo vasco, tres de ellos de aficionados. Tengo una cuadrilla, mis amigos, mi familia, que es la de Tomás Amezaga, el mecánico. A mí me han acogido siempre como uno más.
- Me ha dicho que el mundial es un sueño. ¿Su objetivo donde está?
- Un objetivo del equipo es ganar la Vuelta al País Vasco. He demostrado que puedo ganarla, pero cada año cambian los rivales, las circunstancias. Decir que pude ganar el año pasado ya no vale. Lo de 2006 no sirve de nada. Esta temporada será otra historia totalmente distinta.
- ¿Y las clásicas?
- Me gustan las tres y la que más la Lieja-Bastogne-Lieja, pero también la Amstel Gold Race me va bien. Tiene repechos cortos, suele hacer malo.
- ¿Le gusta el mal tiempo?
- Digamos que cuando hace mal tiempo hay gente que lo pasa mucho peor que yo, que también lo pasó mal. En el Gran Premio de Zúrich el agua fue un factor determinante. Iba un poco mejor que los demás, como me pasó en la Vuelta a España en Calar Alto. Comenzó a llover y me transformé totalmente.
- Es un corredor al que no le gusta el Tour, ¿por qué?
- Para el equipo es mucho más rentable llevarme a donde pueda sacar rendimiento. Tenemos corredores para el Tour. Yo soy más versátil. Soy capaz de hacer un buen comienzo de temporada, descansar y luego hacer un buen final. Eso es bueno para un equipo. Lo de hipotecarte todo para el Tour, si luego no te sale, es perder todo el año.
- ¿No le gustaría ir a un Tour con la idea de disputarlo?
- Primero hay que dar otros pasos, pero sí me gustaría. Para hacer algo en el Tour hay que prepararlo como Armstrong.
- Tiene usted fama de ser muy profesional, muy meticuloso, de entrenar mucho. ¿Es cierto?
- Lo que tengo claro que el que más se machaca no es el que mejor se entrena. La experiencia me dice que cada vez cuentan más los pequeños detalles. Muchos pocos terminan haciendo un mucho. Me gusta leer libros de preparación, de alimentación. Lo del túnel viento ha sido una gran experiencia. No hay que ser profesional sólo encima de la bicicleta. La diferencia se hace fuera de ella.
- ¿Cómo entrena?
- Cuando voy entrenando sé el momento en el que tengo que darme la media vuelta y volver a casa. El entrenamiento no consiste en llegar reventado, destrozado. Uso un SMR, llevó pulsómetro y cuando me ducho lo vuelco todo en el ordenador. Lo almaceno todo, lo hablo con Igor, veo dónde se puede mejorar, dónde están los errores. En un ciclista todo tiene que ver, todo se puede mejorar.
- ¿Ha tenido algún ejemplo en el que mirarse?
- Armstrong es el mejor ejemplo, aunque tenía unas condiciones inhumanas. Lo controlaba todo. 'Chechu' Rubiera es también un buen reflejo. Cuando llegué a Euskaltel compartí habitación con Ramontxu Pérez Arrieta y me ayudó mucho. También Igor me ha ayudado. Yo trato siempre de quedarme con lo mejor de todo el mundo.
- ¿Va a ser el líder del equipo?
- Seré la cabeza visible, pero por resultados. Con el palmarés no se vive. Las cosas hay que demostrarlas año a año, aunque tampoco tengo un palmarés como para tirar cohetes. Seré líder en algunas carreras y en otras pensaré en diversos objetivos. Creo que puedo ofrecer resultados. Nadie me ha regalado nada, como a casi todos. Las cosas cuestan. Mis victorias han sido siempre trabajadas, emocionantes. Se ve en la forma de ganar.
- Durante muchos años buscó un triunfo para ofrecérselo a su madre, ¿lo tiene superado?
- Sí. Para mí, mi primer triunfo sigue siendo la etapa de la Vuelta a Asturias que gané y en la que luego me descalificaron.
- Sabe que la Vuelta al País Vasco puede ofrecer un enfrentamiento Samuel-Mayo, ¿qué le parece?
- Puede ser, por qué no. Mi objetivo será ganar la carrera, no ganarle a Mayo. Si tiene morbo es por el equipo en el que estoy. En Zúrich quería ganar la prueba, no ganarle a Bettini.
- ¿Se ve como ganador de una Vuelta a España?
- Me veo luchando por ganarla. En 2006 tuve cerca el podio. La clave estuvo en Calar Alto. En la segunda parte de la prueba sólo perdí 1:40 con respecto a Vinokourov. Fui el que menos tiempo perdió.
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