

Secciones
Servicios
Destacamos
O. B. DE OTÁLORA
Viernes, 16 de febrero 2007, 12:56
SAN SEBASTIÁN. DV. Endika Zulueta San Sebastián, el abogado de Rabei Osmán, El Egipcio, no se enfrenta por primera vez a un juicio de larga duración, con decenas de implicados y vinculaciones con el terrorismo. Durante el año 2005, Zulueta fue el letrado defensor de una joven acusada de pertenecer al entramado de Jarrai-Haika-Segi que finalmente resultó absuelta.
Zulueta es un letrado donostiarra, del barrio de Intxaurrondo, que hace 25 años se fue a estudiar Derecho a Madrid y desde entonces trabaja en la capital de España. Su actividad ha estado vinculada a movimientos alternativos y antiglobalización. El abogado ha defendido a grupos okupas, denunciando de manera activa la aplicación de las nuevas tecnologías al control de los ciudadanos a partir del 11-S. En marzo de 2002 ofreció una rueda de prensa junto con el líder de IU, Gaspar Llamazares, para censurar el presunto espionaje que las fuerzas de seguridad llevan a cabo sobre los movimientos antiglobalización en la red.
Defensor por casualidad
Zulueta, según declaró ayer a este periódico, llegó al caso Segi «de casualidad» ya que, insistió, no tiene ninguna relación con la izquierda abertzale. «Tuve que defender a una joven que había estado vinculada con el grupo feminista Egizan y que vivía en Madrid, pero sin ningún vínculo con Jarrai». A lo largo del juicio la Fiscalía retiró las acusaciones y su cliente resultó absuelta. No obstante, en un artículo de prensa, Zulueta se solidarizó con los jóvenes que finalmente fueron condenados.
La misma «casualidad», según resalta, fue la que le llevó hasta el 11-M. Al letrado le habían asignado en el turno de oficio la defensa de Raúl González Peláez, un joven de 28 años acusado de entregar al ex minero Suárez Trashorras la dinamita que más tarde estalló en los trenes. Durante las reuniones con su cliente, conoció a Rabei Osmán. «Todos los abogados a los que les tocaba su caso lo rechazaban y en noviembre estaba sin letrado. En paralelo, yo había hablado con él algunas veces y él conocía algunas de mis diligencias. Él mismo me pidió que llevase su defensa y acepté». Zulueta -que asegura que mantiene con El Egipcio la relación «normal entre abogado y cliente»- afirma que este trabajo es para él un desafío. «Los vascos levantamos piedras, asumimos retos que otros no se atreven a emprender. Me decidí por el caso cuando vi que nadie más estaba dispuesto a defenderle», explica.
El abogado, además, confiesa que siente un gran interés en el proceso puesto que «tiene implicaciones jurídicas muy importantes, al juzgarse en España a una persona a partir de pruebas obtenidas en Italia y con grabaciones telefónicas y micrófonos». Zulueta ya ha estado en contacto con el abogado que asistió a El Egipcio durante su detención en Italia, con el fin de preparar la defensa.
Respecto a la sorprendente decisión de su cliente de guardar silencio por la mañana y por la tarde romper su mutismo para condenar el atentado, Zulueta se mostró enigmático. «Prefiero no decir nada, pero hoy se entenderá esa actitud».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.