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Martes, 6 de marzo 2007, 03:19
BILBAO. El lehendakari Juan José Ibarretxe presidió ayer los actos conmemorativos del 70 aniversario del combate naval de Matxi-txako, en un acto en el que se rindió homenaje a los tripulantes que participaron en esta batalla y en el que el lehendakari destacó «el valor» de los miembros de la Marina vasca. El acto formaba parte de las celebraciones conmemorativas que el Gobierno Vasco lleva a cabo al cumplirse el septuagésimo aniversario de la Guerra Civil. El lehendakari conmemoró la batalla de Matxitxako, acompañado de varios consejeros, así como con la presencia de algunos de los supervivientes.
Sobre las diez de la mañana, las distintas autoridades embarcaron en el Itxas Zain para iniciar el recorrido hacia Matxitxako. En el lugar donde se produjo la batalla naval, en la zona de Aketxe, las embarcaciones que participaron en el homenaje hicieron sonar sus bocinas y se realizó una ofrenda floral, que inició el lehendakari.
Tras un minuto de silencio, las embarcaciones regresaron al puerto de Bermeo, donde se desarrolló un encuentro de las autoridades con supervivientes de la batalla de Matxitxako.
Asimismo, Ibarretxe inauguró una escultura de Néstor Basterretxea, Matxitxakoko guda, en el mirador de la carretera que enlaza Bermeo y Bakio, en honor a los fallecidos en esa batalla, donde se llevó a cabo una nueva ofrenda.
En la conmemoración estuvieron presentes, entre otros, los supervivientes Juan Azkarate, del bou Araba; Santos Fradua, del bou Iparreko Izarra, y Sabina Azkue, viuda de Pedro De la Hoz, del bou Nabarra. También participaron el presidente de la Asociación Ma-txitxako e hijo del oficial del bou Nabarra, Javier Olabeaga y Joseba Aguirre, hijo del lehendakari José Antonio Aguirre.
El lehendakari ensalzó el valor que demostraron los miembros de los cuatro bous de la denominada Marina Auxiliar de Euzkadi que libraron una «desigual» batalla con el crucero Canarias.
«Ejemplo de honor»
El lehendakari destacó, de esta manera, la valentía de aquellos «hombres de mar» y lo calificó de un ejemplo de «honor» porque, según indicó, posiblemente no se pueda encontrar en la «dramática» Guerra Civil un episodio con tal reconocimiento y respeto al adversario y, en este sentido, reconoció el apoyo del comandante del crucero Canarias, Salvador Moreno, decisivo «para salvar la vida de los vascos apresados».
Asimismo, recordó a Manuel Carrasco, representante de la Generalitat en Euskadi, y al capitán del Bou Navarra, Enrique Moreno, y al primer oficial Ambrosio Sarasola, que «prefirieron hundirse con su navío antes que rendirse». E. P.
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