«Una jungla en la que es difícil moverse»

Los directivos vascos afincados en China aseguran que aún no es tarde para entrar en el mayor mercado del siglo XXI y que las facilidades actuales para ello no tienen nada que ver con las que tuvieron los más veteranos. «Otra de las grandes ventajas que tiene esta agrupación de cooperativas es la capacidad de compartir experiencias y arropar a los recién llegados», señala Iagoba Agirregomezkorta, responsable de Wingroup. «No hay que olvidar que, aunque ha mejorado notablemente, China es todavía una jungla por la que resulta difícil moverse».

La oficina de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) en Shanghai ayuda a las compañías de Euskadi a implantarse en el país. La sede de China es también pionera en su modelo organizativo, que comienza a extenderse a otros países. Incluye un espacio temporal para las compañías recién llegadas que necesitan asesoramiento de primera mano. Juan Ignacio Motiloa, su director, espera un aumento del interés de las industrias vascas por China. «La deslocalización es uno de los mecanismos de la globalización y no tiene marcha atrás», indica. «Pero eso no tiene que llevarnos al alarmismo. Es un toque de atención para que no nos durmamos en los laureles», añade. «Hay que invertir en la formación de los jóvenes para que seamos capaces de afrontar este nuevo reto y crear valor añadido».

«Muchas empresas vascas se han introducido en China de forma defensiva, porque su competencia ya estaba aquí y la situación se hacía insostenible», asegura un empresario que prefiere mantener el anonimato. «Por eso, a veces se ha llegado tarde y mal, con muchas prisas. El ejemplo de MCC en Kunshan debería servirnos para aprender cómo se deben hacer las cosas. Esperemos que sea sólo el comienzo de una importante concentración industrial vasca en China», finaliza.