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A. M.
Martes, 13 de marzo 2007, 02:11
SAN SEBASTIÁN. DV. La maquinaria pesada comenzó ayer el desmontaje de uno de los dos edificios protegidos de la antigua Fábrica de Gas que quedan aún en pie. Sus piezas serán utilizadas para integrarse en los futuros edificios que se levanten en el nuevo barrio de Morlans -donde se prevé construir 584 VPO, un nuevo colegio y un polideportivo- para recordar el pasado industrial de esta parcela. De esta forma, Ayuntamiento y Departamento de Cultura del Gobierno Vasco pasan por alto una recomendación (no vinculante) del Ararteko, que estimó una queja de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP) y que juzga que la operación es contraria al régimen de protección otorgado al edificio que contiene el gasomotor, un Bien Cultural calificado con categoría de monumento.
La denuncia de la AVPIOP provocó un primer informe, a finales de diciembre, del Defensor del Pueblo Vasco reclamando al Gobierno Vasco la paralización de las obras de desmontaje y traslado. El pasado 9 de febrero, el Ararteko emitió una nueva recomendación, este vez dirigida al Ayuntamiento, para remitir el PERI de Morlans al Departamento vasco de Cultura para su informe preceptivo.
En el documento, esta institución deja claro que a la vista del régimen de protección establecido en el Decreto 290/2002 «la posibilidad de interpretar que los bienes inmuebles (...) son susceptibles de un cambio de ubicación, es una opción de difícil encaje en el marco jurídico que regula la defensa del patrimonio cultural».
Tampoco cree el Ararteko que se pueden alegar otros argumentos para llevar a cabo esta operación, dado que ni la descontaminación de los suelos, ni la propia construcción de las viviendas previstas exige necesariamente el traslado de los edificios de la fábrica de gas.
El concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, confirmó ayer que tanto el Ayuntamiento como el Departamento de Cultura han respondido por escrito al Ararteko alegando «haber actuado dentro de la legalidad». El edil explicó que ayer se iniciaron los trabajos para desmontar el edificio de las antiguas oficinas de la Fábrica de Gas, un inmueble protegido, no por el Gobierno Vasco sino por el propio planeamiento municipal. Sus piezas de valor arquitectónico se incluirán en la construcción del polideportivo que se ubicará al fondo del nuevo barrio. El edificio que contiene el gasomotor será desmontado y movido unos metros para formar parte del futuro colegio. En su interior se guardará el gasomotor y el resto de su superficie se destinará a uso como gimnasio del centro de enseñanza.
El portavoz de AVPIOP, Joaquín Cárcamo, señaló que han presentado alegaciones al PERI de Morlans y que agotarán todas las vías administrativas para impedir la «destrucción de este patrimonio catalogado», «sin descartar el recurso a los tribunales».
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