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X.G.
Domingo, 1 de abril 2007, 04:50
Tati Garmendia no estaba en condiciones ni de acercarse al pabellón. En su lugar, Amaia Ramirez y Ana Karrere asumieron la dirección y el planteamiento del partido. Su apuesta fue la buena. «El resultado final nos da la razón. Hemos acertado al arriesgar. Optamos por imprimir un ritmo alto de juego, a sabiendas del peligro que existía de cometer muchas pérdidas de balón y del desgaste físico que conllevaba. Hemos pasado algunos momentos de apuros, pero estábamos preparados para sobreponernos», comenta Karrere en referencia a la repentina pérdida de la renta de cinco goles. En cuanto a la final, lo único que tienen claro es que «saldremos a ganar».
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