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Politica

Etarras en bicicleta

La dirección de ETA proporcionó a los 'liberados' del comando Urederra dos bicicletas para cruzar la frontera

PPLL

Viernes, 6 de abril 2007, 03:20

BILBAO. Los dos presuntos 'liberados' de ETA José Angel Lerín Sánchez, Jaxinto, y Alejandro Zobaran, Xarla, atravesaron la frontera franco española el 11 de marzo de 2006 pedaleando en sendas bicicletas que les había proporcionado su jefe, Txeroki. Es el último caso conocido del empleo de este medio de transporte por parte de miembros de la organización terrorista.

El jefe de los comandos de ETA Garikoitz Aspiazu, Txeroki, llevó a los dos activistas hasta las inmediaciones del paso fronterizo de Biriatou y les proporcionó una bicicleta a cada uno, documentaciones falsas, cuatro mil euros y sendas pistolas para que pasaran de territorio francés al español. Las instrucciones que traían eran las de poner en marcha en Gipuzkoa el comando Urederra que fue desarticulado por la Guardia Civil la semana pasada.

Según se desprende de las investigaciones, Lerín y Zobaran atravesaron la frontera en bici y llegaron hasta la estación de Irun, donde subieron a un tren de cercanías con las bicicletas, que los llevó hasta la estación de Errenteria. En este lugar se apearon y se dirigieron en primer lugar a una casa abandonada en la que se quedó Xarla, mientras Jaxinto continuó hasta Hernani para pedir alojamiento a un conocido.

De esa forma, pedaleando en bicicleta, comenzaba la organización del comando etarra que ha sido desmantelado un año después. No fue esa la única ocasión en que José Angel Lerín utilizó este medio de transporte para sus actividades ilegales. Apenas dos meses después de cruzar la frontera, en el mes de mayo, la dirección de ETA depositó en Ezkabarte (Navarra) dos bidones cargados de explosivos para el comando Urederra. Jaxinto acudió con su bicicleta hasta el punto de entrega, mientras que, al parecer, su hermano, Iñaki, y otro presunto colaborador, Mikel Olza, a los que había pedido ayuda, se desplazaron a bordo de sendos vehículos. Los explosivos fueron cargados en la furgoneta de Iñaki Lerín y transportados hasta Berriozar, mientras que el 'liberado' regresaba pedaleando.

Desde que los miembros del comando Bakartxo Ignacio Bilbao Goikoetxea y Unai Bilbao, tras matar al concejal socialista de Orio Juan Priede, el 21 de marzo de 2002, utilizaron dos bicicletas para huir desde Usurbil hasta Ibarra disfrazados de deportistas, otros miembros de ETA han recurrido a este medio de transporte para pasar desapercibidos.

Robo inoportuno

El 6 de junio de 2004, siguiendo indicaciones de Txeroki, dos presuntos miembros de ETA, Carmelo Lauzirika Oribe, Itxina, y Aimar Altuna Ijurco, Txiki, cruzaron la frontera hacia la zona de Levante donde debían realizar una campaña de atentados contra intereses turísticos. Al día siguiente llegaron a Tarragona y buscaron alojamiento en una pensión. En la ciudad catalana se acercaron a un centro comercial y compraron dos bicicletas para viajar con ellas de una ciudad a otra evitando el transporte público.

Los dos etarras regresaron a la pensión a dormir y dejaron las bicicletas candadas en la calle. A la mañana siguiente, cuando se disponían a continuar el viaje, descubrieron que les habían robado las bicicletas. Decidieron entonces recurrir al transporte público, pero dos días después, cuando viajaban en un tren camino de Valencia, dos policías tomaron nota de sus DNI, por lo que regresaron a Francia sin cometer ningún atentado ante el temor a que los agentes descubrieran que eran documentos falsos y los identificaran, como así ocurrió.

Unos meses más tarde, el 1 de noviembre de 2004, Txeroki envió de nuevo a Lauzirika en solitario a preparar una campaña de atentados con bomba con vistas al día de la Constitución. El presunto etarra recorrió diversas ciudades (Barcelona, Zaragoza, Jaca, Logroño, Burgos, Torrelavega, Santillana, Palencia, Valladolid, Segovia y Ávila) desplazándose en transporte público mientras buscaba posibles objetivos para cometer los atentados.

En Burgos, donde había establecido su base, se compró otra bicicleta con la que se trasladó hasta Matalindo y Casas para recoger el material explosivo que la dirección de ETA le había hecho llegar. Cargó el explosivo y los demás componentes para fabricar bombas en una mochila y regresó con la bicicleta a la pensión donde se alojaba. Allí montó cuatro bombas que, presuntamente, colocó luego en otras tantas ciudades para que estallarán el 6 de diciembre.

No son estos los únicos casos recientes en los que miembros de ETA han empleado la bicicleta. En julio de 2004, la Policía capturó a los miembros del comando Bizkaia Asier Mardones y Josune Oña, que se habían instalado en una tienda de campaña en un monte de Aramaiona. Unos días antes se habían comprado en Arrasate una bicicleta de montaña con la que se desplazaban a pueblos cercanos para comprar comida. VASCO PRESS

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