Al Arrate le perdió la imprecisión

EIBAR. DV. El Arrate no fue capaz de forzar que la locomotora del Portland descarrilara a su paso por Ipurua camino de la estación de la victoria liguera. Los desajustes y el exceso de imprecisiones que cometió ante un rival de la otra liga facilitó la labor si cabe a una escuadra navarra que no se vio en la tesitura de tener que forzar la máquina.

Desde el principio se mostraron muy serios y concentrados, sin ánimo de conceder ni un atisbo de confianza a un Arrate al que se le presentaba una excelente oportunidad de contrastar ante su multitudinario público la brillante trayectoria trazada hasta la fecha.

El primer síntoma de su buena sintonía se pudo constatar con la reacción que le valió para establecer el primer empate (4-4) después de encajar un 0-3 de salida.

Necesitó más de siete minutos para perforar por primera vez la meta de un entonadísimo Kasper (cerró su actuación con una tarjeta de 19 paradas, incluidos tres penaltis). Malumbres no le fue a la zaga en la primera parte al firmar hasta once. El buen tono del equipo le llevó a situarse por primera y única vez por delante con un 7-6, fruto de un contragolpe convertido por Jurkiewicz.

Al principio, la defensa arratearra supo mantener a raya a todo un Portland con su profundidad defensiva. Sin embargo, no fue capaz de aprovechar este buen tono en el ataque ante las continuas pérdidas de balón. A Martins y a Kobine se le fueron literalmente de las manos ocasiones para abrir brecha. Estos errores reflejaban una falta de concentración adecuada por lo que Debre optó por suplirles y no dudó un instante en colocar a Cutura en el extremo en lugar de forzar el concurso de un Salaberria que se recupera de un tirón en la espalda.

Fallos al contagolpe

Es evidente que desaprovechando hasta siete contragolpes es imposible tratar de sorprender al Portland. En la recta final del primer periodo se fraguó el definitivo despegue. Ekisoain sorprendió solicitando un tiempo muerto a falta de seis segundos después de que Davor anotara su tercera pena máxima. La decisión resultó acertada después de comprobar cómo Lozano establecía la máxima renta hasta el momento (11-15).

La reanudación del Portland no fue menos espectacular al brindar al público un fly convertido por Balic a pase de Carvajal.

Las tímidas reacciones del Arrate eran sofocadas con una facilidad pasmosa por los extremos Ortigosa y Carvajal. La dureza defensiva del Arrate pasó a ser historia. Malumbres fue el primero en comprobarlo al verse una y otra vez vendido. El Portland llegó a tener una máxima renta de siete goles (20-27). Por contra, el Arrate continuaba con serias dificultades para rentabilizar su tiro exterior. Los hermanos Cutura vieron portería, aunque para ello tuvieron que jugarse el físico.

En la última fase del encuentro la aportación de un Nunes que apenas ha dispuesto de minutos en la segunda vuelta liguera fue la que dio un poco de aire al equipo para poder acabar por maquillar un resultado, ya que nadie fue capaz de poner en solfa la clara superioridad del Portland. La próxima semana el Arrate recibe en Ipurua al Keymare Almería.