Secciones
Servicios
Destacamos
ALBERTO SURIO asurio@diariovasco.com
Domingo, 15 de abril 2007, 11:26
Llueve en Vitoria y la primavera despunta en los jardines de Ajuria Enea. El lehendakari Ibarre- txe está preocupado pero cree que la sociedad vasca no puede caer en el pesimismo y que «esto no tiene vuelta atrás». Convencido de que hace falta «puntada fina» y valentía, advierte de que «haga lo que haga ETA, daré la palabra al pueblo en esta legislatura».
-¿Qué situación vislumbra?
-La situación es muy delicada. Después del atentado de Barajas se generó en el conjunto de la sociedad vasca y también de las formaciones políticas, incluida la propia Batasuna, la necesidad de un único gesto posible, el gesto de ETA diciendo que esto se había acabado y que por tanto el alto el fuego era definitivo. Incluso así se debe leer también aquella declaración de Batasuna, que está por contestar por parte de ETA, en la que se solicitaba a la organización que retirara aquellas reservas para actuar que se recogían en su comunicado tras al atentado, y que quitaban completamente la credibilidad a su confirmación del alto el fuego. Batasuna señaló que esa reserva generaba confusión en el seno de importantes colectivos de la izquierda abertzale. A día de hoy ETA no ha contestado. ETA a quien debe el alto el fuego definitivo es a la sociedad vasca, no debe el alto el fuego ni al Gobierno español, ni al Gobierno Vasco ni a las formaciones políticas. ETA tiene que declarar el alto el fuego definitivo, tiene que decir que esto se ha acabado. Y Batasuna, además de mirar a los demás, debería requerir a ETA que conteste aquella petición.
-Pues los mensajes que se lanzan desde ETA no van en esa dirección. Sigue sin asumir una decisión sobre el final de la violencia...
-ETA sabe, como lo sabe Batasuna también, que la bomba de Barajas, además de matar a dos personas inocentes de manera bárbara, constituyó un enorme error que puso patas arriba el proceso de paz. ETA en sus mensajes tiene perdido el norte.
-¿Usted cree que ETA está preparando la vuelta a los atentados?
-De la especulación habitualmente no se saca nada, pero hay que hablar claro. Lo que hemos visto en los últimos tiempos es que ETA no nos ha dicho lo que queremos oírle decir, que ETA se ha acabado, lo que está trasladando es que está organizando comandos, como es el caso del comando Donosti.
«Mazazo universal»
-De nuevo una oportunidad que puede malograrse...
-La sociedad vasca, las instituciones y yo como lehendakari estamos preocupados Hay desconfianza por parte de todos, incluso por parte de Batasuna hacia ETA. Pero no podemos perder la esperanza, porque sin esperanza no hay vida, no hay proyectos. Pero es necesario hablar claro y decirle que estamos pasando un momento muy delicado. A pesar de que ETA está ahí y puede volver a atentar estoy convencido que la etapa de la violencia está próxima a su fin de una vez y para siempre.
-Es paradójico que su diagnóstico incluya esa doble vertiente, pesimista y optimista...
-Sí porque me hubiera gustado que el proceso de paz hubiera continuado con garantías, que ETA no hubiera roto todo el proceso de paz con aquel mazazo universal que fue el atentado del 30 de diciembre. Pero al mismo tiempo siempre he creído que hay que mirar hacia adelante. Veo una Euskadi en paz, con capacidad para alcanzar acuerdos políticos y veo la esperanza en la sociedad vasca. No creo que la esperanza esté depositada en lo que haga ETA, ni siquiera en lo que haga el Gobierno español o el vasco, está depositada en la propia sociedad vasca, estoy convencido de que la esperanza es dar la palabra al pueblo y hacerlo además en paz para que podamos decidir con libertad nuestro futuro. Y estoy convencido de que a pesar de que ETA puede volvernos a hacer sufrir de manera terrible, esa fase de la violencia está próxima a su fin.
-Aunque ETA esté destrozando las expectativas del proyecto de la izquierda abertzale...
-Sin duda. He dicho con claridad que la Ley de Partidos es un instrumento del pasado, que todas las formaciones debemos de participar de la política y los procesos electorales, que es la ciudadanía votando la que 'legaliza' o 'ilegaliza' a las ideas. Pero a partir de ahí el mayor obstáculo para que Batasuna y la izquierda abertzale hagan política es la violencia de ETA.
-¿Qué es lo que se ha torcido en la hoja de ruta?
-Es complicado decirlo. Incluso cuando unos y otros trasladan sus puntos de vista sobre por qué se llegó el alto el fuego, es verdad que fue fruto de un proceso de diálogo entre el Gobierno español, el Partido Socialista y ETA. No conocemos los demás en qué términos se establecieron si es que existieron algún tipo de compromisos. No sabemos a ciencia cierta de qué compromisos se está hablando. Lo que sí es cierto es que hubo una época de relación en la que el Gobierno español y Batasuna tenían una relación cercana. Incluso los demás, yo también como lehendakari, fuimos rechazados a la hora de intentar acompañar aquel proceso de paz. Luego lo que hemos visto es que poco a poco aquellas relaciones tan provechosas del comienzo se han convertido en relaciones tormentosas. Y sólo entonces acudieron a los demás, acudieron a nosotros, para que prestáramos nuestra ayuda, cosa que hemos hecho. Y ya vemos que ahora somos las causas de las desavenencias.
-Otegi lanza duras críticas al PNV, al que acusa de aprovecharse de la situación de «no proceso»...
-Es una vieja técnica de la izquierda abertzale, mirar a los demás para echarles las culpas y nunca se miran a sí mismos. Es evidente que al señor Otegi habría que recordarle las maravillosas relaciones que mantuvo mucho tiempo con Zapatero y con el PSOE. Si algún acuerdo alcanzaron lo hicieron entre ellos y es curioso que sea a terceros a los que nos echen las culpas. Es descorazonador.
-Batasuna exige un acuerdo político como base para «resolver el conflicto» y critican a los partidos que no asuman el debate de su propuesta sobre Navarra.
-Es una fórmula de esquivar su responsabilidad ante la opinión pública. Fue Batasuna quien dijo en Anoeta que un diálogo político resolutivo es posible en ausencia de violencia. Que no confunda Batasuna a sus propias bases. Dicho esto sobre la mesa tenemos varias propuestas sobre las que legítimamente se puede desarrollar un diálogo político. Porque el proceso de normalización política tiene que darse más allá de que exista o no ETA. Seguramente el mayor triunfo para ETA sería condicionar el fin de su violencia para poder hablar de política. Nosotros realizamos una propuesta como tripartito aprobada por la mayoría absoluta del Parlamento Vasco que es el proyecto de nuevo Estatuto Político al que las Cortes Generales dijeron no. Si en algún momento hay más de 39 votos, pues miel sobre hojuelas. Es evidente que el Parlamento Vasco no puede imponer su voluntad a las Cortes Generales, pero tampoco las Cortes Generales pueden imponer su decisión al Parlamento Vasco. Siempre hemos dicho que en ese Estatuto Político se encuentran las claves de bóveda para resolver el problema de normalización que básicamente se desarrolla sobre dos grandes pilares: el pueblo vasco existe y tiene derecho a decidir su futuro. La solución no está en ETA sino en nuestras propias manos dando la palabra al pueblo.
-Si esto sale mal, ¿sería el fracaso de una generación?
-No debiera serlo, si tenemos inteligencia y valentía para tomar iniciativas políticas, esto no puede salir mal, más allá de que ETA pueda volver a atormentarnos, si tenemos inteligencia política hay valentía, si arriesgamos, la violencia de ETA tiene sus días contados entre nosotros. Lo digo sinceramente. Sin ninguna duda. Estoy dispuesto a tener iniciativas, a arriesgar, a tomar iniciativas que realmente nos permitan dar al pueblo vasco lo que es suyo: la paz y el derecho a decidir.
-¿Someterá a consulta popular este proyecto de nuevo Estatuto en esta legislatura?
-Nosotros dijimos que ésta era una propuesta para el debate y para la decisión. Es evidente que uno tiene que ser coherente en esta vida. La esperanza es dar la palabra al pueblo, no es estar esperando a lo que haga o no ETA y trabajaremos para cumplir nuestra palabra. Yo di la palabra de que este proceso iba a acabar con una consulta democrática y la cumpliré. Sinceramente lo vamos a intentar en esta legislatura. ¿Por qué? Porque no podemos esperar de brazos cruzados, no podemos esperar, nos hubiera gustado que el proceso de paz hubiera continuado, nos hubiera gustado una mesa de partidos para proyectar acuerdos que hubieran acabado en un modelo de consulta pero si alguien quiere volver a atrás no va a contar ni con el apoyo del Gobierno Vasco ni con el apoyo del lehendakari. Sólo hay un camino, mantener la iniciativa política. No admito que los próximos tiempos nos lleven hacia atrás y hacia un pasado destructivo, tenemos que tomar la iniciativa.
-¿Pero por qué ese empeño en la consulta?
-Por dos motivos: primero, porque hoy es más nítida que nunca la exigencia a ETA de que está de sobra, que su violencia inhumana e irracional debe desaparecer para siempre. La propia posición de mucha gente de Batasuna va en esa dirección. Y tenemos que dar al pueblo lo que es suyo, la paz y la capacidad de decisión.
-¿Usted cree, como Josu Jon Imaz, que ETA trastocó la hoja de ruta de Batasuna el verano pasado?
-Es evidente que a partir del verano hubo un cambio que se notó también en la relación con los demás. A partir del verano y vistas las dificultades, comienzan a contar con todos los demás actores, espero que no sea para echar las culpas cuando las cosas van mal. También se produce un cambio muy importante a partir del atentado de ETA en Barajas. Las primeras reacciones de Batasuna trasladan con claridad que hay un único gesto posible que podía salvar el proceso y era una declaración de ETA diciendo que esto se ha acabado. Y ETA tiene que decir que esto se ha acabado existan o no acuerdos políticos.
-¿Será que ETA sigue poniendo un precio político a su final?
-Lo que pasa es que eso contradice la propia Declaración de Anoeta en donde Batasuna define los dos espacios de diálogo, el del Gobierno y ETA y el de la mesa de partidos. Si ETA hoy pretende ser garante de acuerdos políticos y en función de que le gustan actúa o no está en el fondo mezclando los dos caminos. Por eso, diciendo que la Ley de Partidos es inaceptable, el obstáculo más grande, la roca que no permite a Batasuna hacer política es la violencia de ETA.
-¿Usted cree que Otegi lo entiende así?
-Voy a ser discreto en relación con las conversaciones con él. Son muchísimas horas de diálogo que además tienen aparejadas otro tipo de cosas. Es increíble que dialogar se considere delito por parte de determinados jueces en este país. Pero hay muchísima gente en Batasuna que creen que el gran obstáculo para hacer política es la violencia de ETA.
«Apuesto por el tripartito como eje pero no descarto ningún acuerdo»
-¿La izquierda abertzale debiera poder presentarse? ¿Qué piensa de la expectativa generada por la iniciativa de ANV?
-Este debate a veces está cansando a la ciudadanía. El titular para legalizar o no una opción es la ciudadanía en las próximas elecciones. La exclusión de la Ley de Partidos no es el camino del futuro sino del pasado.
-¿Zapatero ha sido audaz?
- Creo que ha tenido como todos en su actividad cosas buenas y malas. Donde yo echo en falta valentía y un error de importancia es en la falta de una política penitenciaria, creo que tenía que haber sido más valiente y no presumir de haber hecho menos que el PP. Y el segundo error, la conducción ante la opinión pública, trasladando una cierta debilidad ante las posiciones del Partido Popular. Pero quien rompe con el proceso de paz es ETA al margen de los errores que todos hayamos podido cometer. Un final dialogado de la violencia parte de una declaración de la organización terrorista de que esto se ha acabado y no mezclado con el ámbito de la política. No se puede mezclar el derecho a decidir del pueblo vasco con el final de ETA.
-El homenaje del Gobierno Vasco a las víctimas del terrorismo ha recibido críticas de ciertos sectores que no van a acudir. ¿Qué opina?
-Respetamos a quienes van a acudir y a quienes no lo hagan. Quiero valorar el trabajo enorme que está realizando Maixabel Lasa. Siempre la he considerado una mujer extraordinaria. Está realizando un trabajo extraordinario para hacer que las víctimas se sientan las verdaderas protagonistas.
-¿Cómo vivió la polémica en torno a la renuncia de Jon Jauregi como candidato en Gipuzkoa?
-Sólo le tengo que decir que me gusta mucho más mirar al futuro que mirar al pasado, que confío plenamente en un candidato como Markel Olano.
-Y los pactos, ¿hay condiciones para pactar acuerdos de gobierno con el PSE tras las elecciones municipales y forales?
-Gero gerokoak, cada cosa a su tiempo. Sigo considerando el tripartito con EA y Ezker Batua un gran activo para la estabilidad y la centralidad de este país. Mi apuesta es ese eje.
-Pero si los números no llegan a garantizar mayorías...
-Insisto, ya veremos los resultados. A partir de esta premisa, no descarto a priori ninguna posibilidad de acuerdo con ninguna formación.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.