¡Cómo está el patio!

El ciclismo sigue empeñado en ser protagonista fuera de las carreteras. Los grandes momentos de la temporada que se han vivido en determinadas pruebas no consiguen que este deporte se aparte de la mugre que amenaza con taparle.

La lucha de poderes, de intereses, sigue prevaleciendo con unos dirigentes que lo único que buscan es su propio beneficio. ¿Por dónde empezamos? Lo último es lo de Floy Landis, la aparición de testosterona exógena (que no produce su cuerpo) en las muestras de orina que están analizado en París y que ya se han filtrado.

Lo inmediatamente anterior es la carta que le ha enviado el presidente de la UCI, Pat McQuaid, al secretario de estado para el deporte, Jaime Lissavetzky, en la que le pide que llegue a las últimas consecuencias en la Operación Puerto, es decir que se conozca de quien es la sangre que se encontró. Se supone que McQuaid habla de toda la sangre, no sólo de la de los ciclistas.

Al presidente de la UCI le viene muy grande su cargo. ¿Cómo puede el máximo dirigente de un deporte tirar piedras contra su propio deporte? ¿Cómo puede decir McQuaid que le han dicho que Eufemiano Fuentes ha vuelto a trabajar?

Aunque fuese verdad sólo lo sabrían los interesados, que indudablemente no lo van a decir. Sacar conjeturas de rumores, de lo que dicen determinados corredores o directores es muy peligroso. Lo mismo valdría para otra iluminado de este deporte, Patrick Léfévere, que ha dicho lo mismo. Si tienen pruebas, que las hagan públicas o las lleven a un juzgado. Lo único que han hecho es tirar más lodo sobre el ciclismo. Nos queda la amenaza del Tour sobre los corredores que aparecían en la Operación Puerto para que no corran el Tour. Hay interés en saber lo que va a hacer el Giro con Iván Basso y la Vuelta con Relax. El Tour hará lo que le de la gana. ¿Cómo está el patio!