El Bidasoa-Irun se encomienda a Artaleku para seguir con vida

IRUN. DV. La última bala, el último tren, el match-point... Se le puede llamar como se quiera, lo que no se puede es dudar de la trascendencia que para el Bidasoa-Irun tiene el partido que esta tarde le enfrenta al Teka-Cantabria en Artaleku, a las seis y media. Se enfrentan los dos últimos de la clasificación y para el ganador no habrá más premio que el de seguir en la UVI, que no es poco. El perdedor, en cambio, podrá empezar a hacer planes distintos a los habituales para la temporada 2007-2008, porque casi con seguridad ya no viajaría a Ciudad Real, Pamplona, León, Valladolid... sino a Barakaldo, Alcobendas, Huesca, Pozoblanco...

La semana empezó con el llamamiento de la directiva a Irun y a la provincia. Un histórico como el Bidasoa no puede descender y el apoyo de Artaleku es clave, dijeron. Durante los días previos se ha ido calentando el ambiente como si lo que se avecinaba fuera una final de competición europea. Y ahora, el turno es de los jugadores, que sienten el respaldo de la ciudad, y de la afición amarilla, que convertirá Artaleku en lo que era antes, un pabellón inexpugnable donde cayeron todos los grandes de Europa.

Una de las peñas, Beti Bidasotarra, ha organizado una comida popular y a las cinco de la tarde habrá concentración de aficionados en la calle Mayor, para después acudir en kalejira hasta Artaleku, liderados por la Banda de Música Ciudad de Irun. En el polideportivo, reparto de banderines y trompetas, coloreado de caras, y ¿a animar!. También habrá seguidores del Teka, pero apenas se deberían notar con la presión que meterán los locales, que harán de jugador extra.

A romper la racha

A medida que ha ido acumulando derrotas a lo largo de la segunda vuelta -ocho consecutivas- desde el Bidasoa-Irun se ha insistido en la importancia que va a tener el primer triunfo, el que rompa esa maldita racha. Y esa primera victoria debería llegar hoy.

Los irundarras ganaron en la reanudación liguera al Arrate y, desde aquel 10 de febrero todo lo demás han sido derrotas. Las peores, las encajadas en canchas co-mo Logroño, Antequera, Altea o Almería, porque suponían dos puntos perdidos, dos ganados por rivales directos y, de postre, perder los averages particulares con ellos. Por eso, aunque la clasificación dice que la permanencia está a cuatro puntos, realmente son cinco. Y por eso, el Bidasoa-Irun debe sacar nueve o diez de los últimos doce.

De manera distinta, pero el balance del Teka es el mismo en la segunda vuelta, una victoria en nueve jornadas, la lograda hace quince días en Altea. Antes y después de ese partido, los cántabros perdieron con Barcelona (por dos) y Ademar (por uno), y ese trío de partidos disputados en el último mes da una idea de su buen estado de forma.

Los santanderinos llegarán a Irun sin el lateral izquierdo Thomas Gautschi, lesionado de larga duración, y con la duda sobre la participación del lateral opuesto, Umberto Brajkovic. En Santander también sienten el partido de hoy como una final, aunque ellos tienen más margen de error al contar con tres puntos más que su hoy anfitrión y tener la permanencia a un punto. En cualquier caso, la progresión en las clasificaciones finales de las seis últimas temporadas, es como para temblar: sexto, séptimo, noveno, undécimo, decimotercero...

El Bidasoa-Irun, de manera insólita, cuenta con todos sus efectivos, salvo los ya descartados Georgescu y Trivundza. El resto de la plantilla está a disposición de Julián Ruiz.