Víctor Bravo renuncia al escaño de senador para «defender con mayor libertad mi honorabilidad»

SAN SEBASTIÁN. DV. Víctor Bravo, senador del PNV por Gipuzkoa, presentó ayer al Euskadi Buru Batzar, la renuncia a su escaño de forma inmediata. Le sustituirá Ramón Azurza, suplente en las listas del PNV para la Cámara Alta.

Víctor Bravo, que aparece como socio de su hermano en alguna sociedad investigada por el fiscal en la presunta estafa de la Hacienda de Irun, hizo pública una nota en la que «deseo dar a conocer mi decisión de renunciar de inmediato a la condición de senador. Tal como he expresado a la Secretaría del Euzkadi Buru Batzar, asumo con esta decisión la responsabilidad política que se corresponde de mi actuación como Director General de Hacienda de la Diputación de Gipuzkoa, entre noviembre de 1991 y julio 2003».

Víctor Bravo se reafirma en su inocencia: «A pesar de lo difícil de la decisión, convencido como estoy de mi inocencia, la asumo por el respeto que me merece la confianza que la sociedad guipuzcoana y vasca tienen en el Partido Nacionalista Vasco, y también para poder defender con mayor libertad mi honorabilidad a lo largo de mi trayectoria política como representante de EAJ-PNV en las instituciones públicas».

Víctor Bravo siempre ha negado su implicación en el presunto fraude de la Hacienda de Irun al tiempo que cree que su hermano no tiene «nada que ver» en las supuestas actividades ilícitas. El senador, que entre noviembre de 1991 y el 4 de julio de 2003 fue director general de Hacienda de la Diputación de Gipuzkoa, tiempo durante el cual José María Bravo continuaba al frente de la oficina de Irun, no se ha planteado dimitir tras hacerse público este caso.

«En absoluto. Rotundamente no. Nadie elige a su hermano. Además las funciones de control en Hacienda no dependían de mí, sino de la Dirección de Finanzas. Una dimisión carece totalmente de sentido», afirmó hace unos días Bravo, quien sí admitió que podría «asumir» responsabilidades políticas en el supuesto de que todo este procedimiento acabara en una sentencia condenatoria, lo que considera que no va a ocurrir.

El senador del PNV, que aseguró que tenía la conciencia muy tranquila, advirtió, no obstante, de que si el juez determinara que existieron conductas ilícitas en este caso, habría que ver en qué expedientes y qué años porque las responsabilidades políticas podrían recaer en los actuales cargos de la Diputación y en algunos de los anteriores.