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ANE URDANGARIN
Miércoles, 23 de mayo 2007, 09:53
SAN SEBASTIÁN. DV. En la calle son popularmente conocidos como quitamiedos, aunque en el argot motero los llaman quitavidas. Las biondas son, desde hace muchos años, uno de los principales caballos de batalla del colectivo de los motoristas, que en sus reivindicaciones por mejorar la seguridad vial siempre suelen empezar por la sustitución de los guardarraíles tradicionales por otros que resultan menos lesivos. La parte inferior de las biondas es la que entraña el mayor riesgo. En los modelos habituales, los cuerpos suelen chocar contra los postes de sujeción o se cuelan entra la plancha más baja y el suelo, lo que puede provocar graves mutilaciones.
Es lo que le sucedió el lunes a un motorista de 32 años cuando circulaba por la autopista A-8 a la altura de Deba. El conductor se salió de la calzada y colisionó contra una bionda. Como consecuencia del impacto, el joven sufrió la amputación de una pierna. Este siniestro ha vuelto a reactivar las exigencias de los motoristas guipuzcoanos, quienes denuncian retrasos en la aplicación del plan de instalación de protecciones en la autopista. «Existe el proyecto, pero si no se lleva a cabo no sirve para nada», lamenta Haritz Mendizabal, presidente del Real Moto Club de Gipuzkoa, en referencia a la actuación de Bidegi en la A-8. En cambio, se muestra más satisfecho con la labor de la Diputación en otras carreteras del territorio, «donde ya se están haciendo cosas».
Plan en ejecución
El Departamento de Infraestructuras Viarias redactó en 2005 un plan de instalación de pantallas de seguridad en cuya elaboración participaron los principales implicados: los motoristas. El Real Moto Club y la Mutua Motera aportaron sus ideas y señalaron los puntos prioritarios de actuación que deberían incluirse en este proyecto, que, posteriormente, se citó como ejemplo en el Senado durante la discusión de una moción sobre la instalación de estas barreras para motoristas.
El plan, cuya primera fase prevé la colocación de 25.000 metros lineales de barreras protectoras para finales de este verano, echó a andar el mismo 2005 con la licitación de las mejoras en algunas zonas. Las carretera N-634, en el alto de Itziar, y la GI-631, en la variante de Azkoitia y las curvas de Iraeta-Zestoa, fueron los primeros tramos en los que se modificaron las biondas clásicas por otras que cuentan con una pantalla inferior, lo que evita el efecto cuchilla.
Estas protecciones a lo largo de 2.672 metros lineales se instalaron ya el año pasado, lo que supuso una inversión de 150.000 euros. Según el Departamento para las Infraestructuras Viarias, es también inminente -se habla de días- el inicio de las obras en otras carreteras como la N-I (Idiazabal, Olaberria, Tolosa, Irura, Andoain) o la GI-2132 (Donostia, Hernani, Astigarraga, Errenteria, Oiartzun). En total, 5,6 kilómetros de protección con un coste de 300.000 euros y que estarán instalados, si se cumplen las previsiones, en dos meses.
17.000 metros
Estas actuaciones del plan cuentan con el beneplácito del Real Moto Club, «porque se están haciendo cosas. Estamos colaborando con ellos. Nos gustaría que aumentase la partida presupuestaria, pero se está cumpliendo». Sin embargo, el enfado de los motoristas es evidente cuando se cita la A-8, donde está prevista la colocación del grueso de las barreras: 17 kilómetros de los 25 previstos en la primera fase.
Estas mejoras en la autopista, con una inversión de 900.000 euros, se están realizando junto con la renovación de biondas en 40 kilómetros de la vía rápida. Según fuentes forales, se está trabajando en el tramo entre Behobia y el peaje troncal de Ventas de Irun, donde se han colocado protecciones en la salida de Behobia (dirección Francia) y en la salida hacia el centro comercial Txingudi (sentido Donostia). Las mismas fuentes aseguran que acaban de comenzar la renovación de biondas entre Elgoibar y Zarautz, aunque estos últimos días no han podido trabajar por la lluvia.
Estas actuaciones no satisfacen al presidente del Moto Club, quien critica «el retraso» de las obras. «El proyecto lleva redactado más de un año, estaba todo concretado en planos, pero si no se lleva a la práctica no sirve para nada. Desde Bidegi nos dicen que los trámites burocráticos y el papeleo llevan tiempo, pero es que ha pasado mucho tiempo y seguimos esperando. No entendemos cómo se está tardando tanto».
Curvas de 400 metros
La colocación de estas pantallas protectoras no se realiza de forma aleatoria, ni mucho menos. Aunque los motoristas piden que se instalen en el mayor número de tramos posibles, los responsables de las infraestructuras viarias recuerdan que hay que conciliar estas peticiones con las de otros colectivos que usan y trabajan en las carreteras, como las brigadas de mantenimiento.
El principal criterio que se ha seguido para la colocación de protecciones es una orden del Ministerio de Fomento que prioriza, por ejemplo, las curvas de radio inferior a 400 metros. Según la Diputación, en algunos sitios puntuales también se van a colocar protecciones a petición de los motoristas. Es el caso del enlace entre la A-8 y la N-I, en la curva de Zuatzu, antes de llegar a Polloe.
A los 25 kilómetros lineales ya previstos en la primera fase del plan foral, se les sumarán otros nuevos puntos que se licitarán tras el verano y para los que la Diputación prevé otra partida de 300.000 euros.
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