El PNV cree que el tripartito puede haber entrado en «fase de liquidación»

SAN SEBASTIÁN. DV. El PNV cree que el tripartito que sustenta al Gobierno Vasco puede haber «entrado en fase de liquidación» debido a los diversos incumplimientos de compromisos entre su formación, EA y EB tras los comicios forales y locales del 27-M. Así lo afirmó ayer el parlamentario vasco de la formación peneuvista José Antonio Rubalkaba, al analizar la polémica del viernes en Gipuzkoa, donde la candidata socialista Rafaela Romero fue elegida presidenta de las Juntas Generales al recibir el respaldo de EB, que se desmarcó de PNV y EA. «A uno le da la impresión de que alguien quiere que el tripartito muera», lamentó Rubalkaba en Radio Euskadi.

El parlamentario jeltzale reiteró que «si esto sigue así, indudablemente, como PNV también tendremos que pensar que el tripartito está muerto y habrá que tomar otras decisiones», aseguró Rubalkaba. El PNV no esperaba sorpresas ni en la constitución de los ayuntamientos, el pasado sábado, ni en la elección de la Mesa de las Juntas Generales de Gipuzkoa, al entender que se respetaría lo «acordado» entre los partidos. Pero «por desgracia» las cosas no siguieron el curso que esperaban los peneuvistas, tal y como recordó Rubalkaba.

El parlamentario vasco citó que al PNV, «con la colaboración de EA y de EB», y en algunos casos de ANV, le han «quitado» los ayuntamientos de Azpeitia, Zumaia, Lesaka, Busturia, Gautegiz-Arteaga, Gorliz y Muskiz, «en este último caso con la colaboración del PSE, que por lo menos ya ha dicho que va a tomar medidas».

No compartió esta opinión el secretario de Organización de EA, Rafa Larreina, que en la misma emisora aseguró que, al margen de los incumplimientos de su partido de respeto a la lista más votada en determinados municipios, el tripartito «sigue especialmente vigente». Insistió en que se trató de «seis o siete excepciones no queridas» y afirmó que EA está buscando la forma de «recomponer» la situación.

«Reconducir la situación»

En este sentido, Larreina adelantó que EA analiza, en la actualidad, con cada una de las formaciones locales, la forma de «recomponer» la situación «y tomar las medidas correspondientes». «Eso es lo que hay que ver, que son excepciones», agregó.

Para el dirigente de EA, la «apuesta» de su partido respecto al mantenimiento del tripartito «es muy clara». «Lo fue durante la campaña electoral, en la que prácticamente fue el único partido en solitario que hablaba de la necesidad de trasladar el tripartito a las instituciones forales después de las elecciones, y lo sigue siendo ahora», dijo.

Por su parte, el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, cree que las discrepancias que han manifestado los socios del tripartito en los últimos días «no son nuevas», sino que ya se produjeron de forma previa a la celebración de los comicios. Por ello, Barrio advirtió de que el Ejecutivo vasco «parece tener las horas contadas» y que lo ocurrido en las Juntas guipuzcoanas denota «crisis ideológica».

El dirigente popular se mostró convencido de que las divergencias entre los socios del tripartito vasco no son «nuevas» porque «cada día parece que entran en un proceso de descomposición». «No es nuevo, antes de las elecciones ya hemos visto cómo el tripartito está cada día más descompuesto, cada día tiene una mayor crisis interna, fraguada antes de las elecciones», insistió.

El dirigente popular recordó que EA y PNV ya optaron por no concurrir juntos a los últimos comicios y, posteriormente, se desataron las discrepancias «dentro de la propia EA y del PNV». «Y -agregó- EB discrepa de muchos de los elementos estratégicos de la política del Gobierno, como es la 'Y' ferroviaria vasca».